12 de diciembre de 2011

La FIL y las notas importantes-(Sexenio-Puebla 06/12/11)

Mi primera FIL-Guadalajara fue en el 2005. El país invitado: Perú.

Junto a Jenny Kim e Israel Aguilar fuimos a la FIL con el afán de conocerla y el de apoyar a la desaparecida revista Revuelta, que en esa ocasión presentaba su primer número y habíamos sido –sentimentalmente- parte del proceso de formación.

La FIL es una fiesta agradable, un sinfín de stands de editoriales con una oferta increíble de libros: algunos caros, otros muy baratos.

Ahí pudimos intercambiar conversación con Fernando Iwasaki, conocer a Edmundo Paz Soldán, reencontrarnos con Xavier Velasco y compartir un rato con los amigos: Pedro Ángel Palou, Jorge Volpi e Ignacio Padilla. Particularmente, obtuve casi todo la obra de Pedro Ángel Palou, algunos libros de Ignacio Padilla y otros más de Jorge Volpi.

Nos asombramos de ver chavos que, en lugar de estar en clases, se iban de pinta para asistir a la FIL y salían con libros comprados, algunos hasta firmados por sus autores; imposible no enamorarse de la FIL. A partir de este momento me he quedado con las ganas de volver. Y no he tenido de otra más que seguirla por las capsulas de Canal 22 o Proyecto 40, así como algunos suplementos de Milenio y el Informador.

Este año pasará a segundo plano la visita de Jodorowsky, Vargas Llosa, Savater o Herta Müller. Las notas más importantes fueron los 19 cuerpos hallados en Arcos del Milenio y el ridículo de Enrique Peña Nieto al hablar de los libros que habían marcado su vida. Ambos hechos se convirtieron en nota para diversos periódicos como El País. El primer hecho aumenta la sensación de que el sexenio de FeCal acabará muy mal, mientras que la segunda no puede causar más que vergüenza.

Hasta antes de Fox, los Presidentes poseían un poco de cultura general. Mi infancia recuerda a un Carlos Salinas conversando con Cantinflas, Octavio Paz, Monsiváis y García Márquez. A partir de Fox, hemos tenido presidentes que poco conocen de la cultura de su país, que comenten pifias en temas literarios, etc. Muchos dicen que es un hecho –casi consumado- el triunfo de Peña Nieto y obviamente nos presidiría los próximos 6 años. Qué tristeza si eso pasa.

Si Peña Nieto gana quedará en evidencia la ignorancia, la dejadez, la falta de amor o el valemadrismo en el vivimos la mayoría de los mexicanos. Tampoco debemos olvidar las mujeres que mandó a violar, la sospecha que existe alrededor de la muerte de su anterior esposa y la forma extraña en que manejó el caso Paulette.

Quien crea que Peña Nieto debe quedar como presidente por guapo o por tener una esposa bonita y famosa; pues le pido de la manera más atenta que se abstenga de votar. O dicho de otra forma: México no tiene la culpa de que tengas la cabeza llena de mierda, ve y chinga a quien tú quieras, pero no jodas al país.

6 de diciembre de 2011

La historia del amor-(Sexenio-Puebla 29/11/11)

Se dice que el amor es el ingrediente principal en todas las historias contadas por el hombre.

El amor como motor del mundo.

El mundo como un todo amoroso.

El amor el ausente cuando nace una guerra.

No hay novela que no contenga una historia de amor.

No existe poema que no refleje un acto amoroso.

Se divulga que el mejor resumen de la Biblia es: amor al prójimo, al otro.

Algunos más, aseguran que se han invertido siglos para explicar cómo ama un hombre a una mujer y viceversa.

Todo ello hace pensar que hablar de amor es sencillo, que cualquiera podría responder con facilidad a la pregunta ¿por qué me amas? o ¿cómo sabes que me amas?; etc.

Lo anterior es la novela del amor, aquí los personajes son secundarios; lo que importa es rastrear al amor.

Más bien, a Cristina Rivera Garza le interesa saber por qué se puede describir al amor, cuando éste ha terminado y eso qué significa.

Amor como un sueño del que tarde o temprano se despertará.

Desear que nunca termine y misterio por saber cómo empezó todo, eso también es el amor.

Amor como un acto efectuado entre dos personas, dos desconocidos conocidos, y después -tal vez- sean dos conocidos desconocidos.

El amor como un juego de espejos, donde se refleja lo que quieres ver.

¿Y si el amor no existiera, si tan sólo fueran palabras?

¿Y si el amor sí existe, pero termina cuando busca explicarse?

¿Si el amor es todo lo anterior y el desamor también?

Lo anterior de Cristina Rivera Garza es una novela sorprendente, donde las palabras se vuelven el papel central. No hay novela de ella que no atrape, que no deje con la sensación de más cucharadas de ficción; pero también no hay novela de ella que no deje al lector con una sensación de locura.

Una novela de escepticismos donde no importan los nombres, ni el sexo; tan sólo interesa saber qué pasa con el amor.

El amor como protagonista de un presente (lo que se vive) o de un posible futuro (lo que se espera), que corre el riesgo de convertirse en pasado (lo anterior).