31 de enero de 2013

Lista de libros leídos en 2012



1.      El ajuste de cuentas de Tibor Déry (Cuento).
2.      Diario de un loco de Lu Hsun (Cuento).
3.      El daño no es de ayer de Ignacio Padilla (Novela).
4.      La vuelta de tuerca de Henry James (Novela).
5.      Distopía de Leonardo Da Jandra (Novela).
6.      Rating de Alberto Barrera Tyszka (Novela).
7.      La calavera de cristal de Juan Villoro y BEF (Novela gráfica).
8.      Señor Fritos de Mauricio Montiel Figueiras y BEF (Novela gráfica).
9.      Los calcetines solitarios de Luigi Amara y Trino (Novela gráfica).
10.  Diario de invierno de Paul Auster (Novela).
11.  El año de la liebre de Arto Paasilinna (Novela).
12.  Escribir ficción de Edith Wharton (Ensayo).
13.  La derrota de Dios de José Luis Trueba Lara (Novela).
14.  La soledad de los números primos de Paolo Giordano (Novela).
15.  Los living de Martín Caparrós (Novela).
16.  Conspiración de las cosas de Felipe Soto Viterbo (Novela).
17.  El mal de taiga de Cristina Rivera Garza (Novela).
18.  Un hombre con suerte de Pedro Ángel Palou (Relato).
19.  La naturaleza de las cosas de Pedro Ángel Palou (Relato).
20.  No hacen falta alas de Pedro Ángel Palou (Cuento infantil).
21.  Los libres no reconocen rivales de Paco Ignacio Taibo II (Historia).
22.  El pequeño mecanismo de los acontecimientos de Fabian Casas (Poesía).
23.  El general orejón ese de Paco Ignacio Taibo II (Historia).
24.  Ave Xóchitl y la serpiente de luz de Ximena Sánchez Echenique (Cuento infantil).
25.  El impostor de Pedro Ángel Palou (Novela).
26.  Fútbol. Dinámica de lo impensado de Dante Panzeri (Ensayo).
27.  Fuga en mí menor de Sandra Lorenzano (Novela).
28.  Mentiras de verano de Bernhard Schlink (Cuento).
29.  El árbol de las preguntas de Guadalupe Alemán (Cuento infantil).
30.  Efusiva penitente de Valeria Guzmán (Poesía).
31.  Cuartos para gente sola de J.M. Servín (Novela).
32.  Coronada de moscas de Margo Glantz (Ensayo).

Lo que equivale a 2.6 libros leídos por mes. Muchos de estos libros fueron reseñados en mi columna El Guardián del Diván que aparece en Sexenio-Puebla, otros para la sección de reseñas de la revista UniDiversidad-BUAP: Taller. Y algunos libros de Pedro Ángel Palou fueron leídos para la realización de su página web.

28 de enero de 2013

Vivir o morir, no hay más-(Sexenio-Puebla 21/01/13)


Conforme pasan los años, Almadía se consolida como una editorial que apuesta por autores sin una presencia clara en el mercado mexicano y por tener entre su catálogo a una serie de escritores cuya narrativa es arriesgada, provocativa y llena de entrañas. En algunos casos, son textos literarios llenos de una crudeza que pueden maravillar o causar repulsión.
Cuartos para gente sola de J. M. Servín no es un libro recién escrito, es más bien un rescate literario que hace esta editorial con el fin de acercar a este autor con más lectores. Años atrás fue publicada por el sello Joaquín Mortiz.

En esta novela se cuenta la vida de Edén Sandoval; un hombre que vive arrumbado en un pequeño cuarto, donde también habitan una televisión de bulbos y una caja de libros, sus pertenencias más valiosas, quizá. La vida de este personaje está llena de una cotidianidad muy tediosa y una soledad hondamente abrumadora; por si esto fuera poco, la casera de la vecindad se caracteriza por ser un tanto paranoica. Cansado de poseer una vida intrascendental, un día la vida le ofrece una oportunidad que cambiará el resto de sus días: ganarle una pelea a un perro altamente peligroso. A partir de esta escena se desarrollarán una serie de acontecimientos que eliminaran al tedio de su vida y le darán la bienvenida a un novedoso y atractivo caos: la repentina aparición de una vecina que lo salva de encontrarse con la muerte, así como la repentina y extraña muerte de la casera.

La virtud de esta novela corta recae en el peso del personaje, no podría concebirse esta narración sin la serie de actitudes que conforman a Edén Sandoval. Un tipo acostumbrado a la soledad, al desapego emocional, a las pérdidas humanas y animales. Un hombre que se abriga en el abandono cada noche. Por ello, -creo- la parte trascendental de la novela se encuentra en todo lo que acontece después de la pelea de perros, pues Edén sufrirá una especie de muerte iniciática y esto le ayudará a encontrar las fuerzas necesarias para deshacerse de todo aquello que lo ata a su pasado y a la ciudad donde vive.

Cuartos para gente sola es una novela con una simple, pero bien trabajada estética y que de una u otra forma, sin ser el propósito –pienso- del autor deja una gran enseñanza sobre la vida y el papel que desempeñamos en la misma. Un libro que no te suelta hasta llegar al punto final.

21 de enero de 2013

Se fue el 2012 y luego qué-(Sexenio-Puebla 08/01/13)


El año que se acaba de ir, tuvo muchas cosas dignas de mandar a vagar por un desierto para jamás volverlas a encontrar o de quemarlas y evitar que sus cenizas renazcan como una ave Fénix de las desgracias.

La última columna que escribí el año pasado data del 15 de noviembre. Un día, de repente se me fueron las ganas de escribir de la misma forma en que se van las ganas de todo.

A principios de septiembre descubrí lo endeble que soy. Nunca es grato percatarse de la fragilidad individual. Fui diagnosticado con un cuadro leve de estrés provocando una fuerte migraña y un terrible vértigo. Luego en terapias con mi psicóloga, también salió que tengo cuadros leves de depresión.

Por chistoso que suene, me deprimió más saber que tengo un poco de depresión.

Para colmo mis alegrías y pasiones personales, tampoco daban para más: un Puebla con la franja en rojo y al revés, además de una forma de juego digna de cortarse las venas; percatarme que perseguir los sueños no conlleva un resultado positivo y perder toda esperanza en cuanto al futuro político que nos espera como mexicanos. Darse cuenta que para progresar como sociedad nos falta mucho y no sé sí tengo las suficientes ganas para poner mi grano, porque a veces siento que no vale la pena, que nadie valora el sacrificio y el esfuerzo de la gente de buena fe. Que no basta con alzar la voz, que no sirve de mucho ser joven, que ser ciudadano es sinónimo a no ser nadie, ni nada. Que funciona más ser prepotente, corrupto. Desde que hacía eventos para mi facultad sin ganar un peso y con la pura satisfacción de conocer a un escritor (muchos de ellos, ahora mis amigos) se decía que seguro andaba en corruptelas. Ya no tengo la suficiente energía para soportar ese tipo de acusaciones mal fundadas.

El año pasado perdí mucha esperanza, hoy queda la esperanza de algún día recuperarla.

Y los últimos días del año me despidieron con la muerte de mi Tía Andrea, una tercera abuela para mí.

Sin embargo, existieron cosas muy rescatables: ser de las pocas personas que pudieron convivir con Carlos Fuentes antes de su fallecimiento, haber sido anfitrión de Cecilia Suárez, lograr conocer a Alondra de la Parra, así como las grandes charlas con escritores e historiadores que se pudieron dar, gracias a los eventos que he organizado en el Museo Casa de Alfeñique. La llegada de una nueva integrante a mi familia: Nala, una bella bóxer, gracias a ella mi casa no se ve tan vacía. El ser testigo de la existencia de personas que buscan -a través de las artes y la literatura - combatir los daños que han percudido a nuestra sociedad, como lo son las jornadas de lectura realizadas por Fernando Manzanilla.

Y sí, el fortalecimiento y retorno de viejas amistades, así como la apertura a otras más.

Tristemente, con todo y esto, a veces me dan ganas de soltar todo y largarme. Reinventarme en otro lado. Curarme de todo lo que me ha exprimido Puebla y de lo que no me ha querido devolver.

Dicen que este año vendrá mejor, que es año de cambios positivos.

Por lo pronto retornaré a mis raíces, a refugiarme en lo que supuestamente me hace feliz, a intentarlo nuevamente, antes de abandonar este barco llamado Puebla. Leer, escribir, fútbol, XBOX360, Nala, amigos, familia y caminar por DF; todo al mismo nivel.

Queda creer que las cosas deben cambiar y que después de la tormenta y el sufrimiento, viene la calma y la felicidad.

8 de enero de 2013

El derrumbe de la mentira-(Sexenio-Puebla 15/11/12)


En la reinterpretación que Pedro Ángel Palou hizo -en el manifiesto de la generación del Crack- sobre Las seis propuestas para el próximo milenio de Italo Calvino, aseguraba que la levedad narrativa no tendría que estar peleada con la profundidad y mucho menos con la calidad. Un claro ejemplo de ello es Mentiras de verano, la reciente entrega que Bernhard Schlink hace a sus lectores.

Schlink recurre a varias situaciones de la vida cotidiana: una mala relación entre padre e hijo y un viaje vacacional para arreglar las cosas; un anciano que inventa unas vacaciones familiares, para terminar con su vida de la mejor forma sin consultarlo a sus seres queridos; un pasajero de avión que inventa toda una historia para salirse con la suya; una mujer que un buen día pierde el sentido y significado de su vida o un hombre que es incapaz de serle fiel a su esposa. A través de una prosa bien trabajada, Schlink enlaza las historias con un gran tema conducto: la mentira en la vida del ser humano. Mentira que deja de tener sostén para los protagonistas durante sus vacaciones de verano.

A lo largo de cada uno de los cuentos, los dueños de la mentira son personajes que van de la frialdad a la incomprensión del daño que ésta les hace a ellos y a su entorno. Mientras que los afectados por la mentira irradian una pasión por el ser amado, que se muere una vez descubierta la verdad. Como si ésta fuera capaz de matar todo ímpetu.

La mentira como una certeza inventada que una vez descifrada o alterada deja en una orfandad absoluta a cualquiera que la practique. La mentira como un sostén para hacer más llevadero el día a día, pero una vez alterado nuestro baile de máscaras –llamado rutina-, se desmoronan intempestivamente y con ello la supuesta realidad en la que se vive.

La mejor literatura, dicen, es aquella que te cambia la percepción de la vida. Afirmar que este libro pertenece a la gran literatura, me parece arriesgado. Empero, preciso es decir que Mentiras de verano es un libro que deja un sabor agridulce e invita a reflexionar el papel que la mentira juega en nuestras vidas.

Un libro que no decepcionara a nadie. Cuentos que deseas terminar para llegar a un posible fin, pero al mismo tiempo quisieras que duraran más.