Piérdete para que puedas buscarte, lev motiv de esta novela y -por qué no-, una postura de vida.
El ombligo del dragón (Tusquets, 2007) es la segunda novela de Ximena Sánchez Echenique –antecedida por Sobre todas las cosas, ganadora del Premio Internacional de Narrativa Ignacio Manuel Altamirano 2003.
Aquí se narra la historia de una madre y Elio, su bebé albino (albino por magia o maldición) que tras días y meses de estar esperando el retorno de Ermilo –padre de Elio- deciden alcanzarlo a China, donde Ermilo participa en un ambicioso proyecto científico. Un viaje cuyo objetivo es alcanzar al padre de Elio, sin embargo esta búsqueda no sólo los acercará a Ermilio, también encontrarán las respuestas que llevaban buscando, un viaje que estará lleno de un sinfín de obstáculos, que por cada barrera librada vendrá una revelación, una pista más para seguir andando-navegando por el camino llamado vida.
Al igual que en Sobre todas las cosas y posteriormente en Por cielo, mar y tierra; un objeto es el pretexto, el detonante de las historias. En su primera novela la obsesión fue un huevo perteneciente a una dinastía rusa; aquí en El ombligo del dragón es un cocodrilo albino hecho todo de marfil, dicho objeto concentra uno de los tantos misterios que llevan a la madre de Elio a viajar a China.
En El ombligo del dragón, nuevamente el lector se enfrentará ante una narradora comprometida con el lenguaje, lo que le permite jugar y construir una historia precisa. Un estilo narrativo muy tierno que sirve para soltar posturas fuertes ante la vida.
Una novela que pierde al lector con todos los personajes y que al final, junto con ellos, el lector se encontrará y así lograr continuar su camino, entendiendo –quizá-, que nunca encontraremos las respuestas esenciales y lo mejor será afrontar la vida como viene.
Acérquense a la novela y ojalá encuentren su propio cocodrilo albino.
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