En el famoso año del bicentenario se publicaron un mar de novelas
abordando personajes y/o momentos históricos. Algunas buenas, otras muy
desafortunadas. Muy pocas se centraron en hablar de personajes controversiales
en la Historia de México.
José Luis Trueba Lara, en su más reciente novela: “La derrota de Dios”,
emprendió la aventurar de hablar sobre uno de los personajes más interesantes
de la Historia de México: Miguel
Miramón; a quien la historia ha decidido castigar tras haberse convertido en un
aliado del Imperio de Maximiliano, al no encontrar otra mejor opción.
Con una narrativa ligera, amena, buen ritmo y una gran verosimilitud;
Trueba Lara retrata a la perfección quién fue Miguel Miramón: un mexicano que
amaba a México y creía fervientemente que el mejor camino para educarlo era a
través de los valores católicos.
Trueba Lara ha decidido combinar con éxito el dato histórico y la
ficción, dándole así una narración fluida a la novela, donde el lector podrá
enterarse de como el afán que tuvo para luchar por el amor de Concha de
Lombardo, fue el mismo que demostró en cada batalla librada.
A lo largo de esta novela, Trueba Lara muestra datos importantes para
cambiar la percepción que se tiene de Miguel Miramón: su rechazo a una
invasión, a un imperio, pero si su aprobación a un gobierno largo: una
dictadura. Otro dato, que recuerda Trueba Lara: su gran carrera militar en la
defensa de México contra la invasión norteamericana, al lado de los famosos
niños héroes. Su afiliación al gobierno de Maximiliano se debe al amor que
tiene por sus ideales: religión y gobierno; además de que Juárez jamás ofreció
perdón a Miramón si se unía al grupo liberal para defender a México.
“La derrota de Dios” hace justicia a Miramón, ciertamente al final
pareciera que acabo siendo un traidor a la patria; pero no por ello debe
olvidarse su valor al defender México de los norteamericanos. Ni debe
castigársele por ser fiel a sus ideales.
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