Al iniciar prácticamente el 2011, el gobierno marinista le dio a los poblanos un pequeño presente: el aumento de un peso al transporte público. Decisión que afecta al bolsillo de cada uno de los usuarios de este servicio. Un aumento a todas luces injustificable, pues el salario mínimo no aumenta de manera significativa y compensatoria.
Estas malas decisiones, provenientes del gobierno que sale, fueron las causantes de que una serie de grupos universitarios y sociales salieran a mostrar su inconformidad en las calles de la Ángelopolis. Hasta aquí estaban haciendo uso de un derecho legítimo y abanderaban una causa justa. Empero, todo se desvirtuó desde el momento en que empezaron a maltratar edificios públicos, comercios y transportes turísticos. A partir de este momento la causa empezaba a perder fuerza y lógica.
Luego vino una densa neblina dentro de esta protesta universitaria. La información es difusa, hay quienes afirman que la marcha iba de paso y que gente de la BUAP fueron a golpearlos sin motivo aparente; otros más aseguran que dichos inconformes, entraron a protestar en la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP, y entonces se vinieron las agresiones recibidas. Después los afectados decidieron tomar las instalaciones de forma indefinida, para exigir castigo a los culpables y de paso pedir apoyo para su causa. Decisión que provocó una polarización dentro de la comunidad universitaria, pues al impedir el libre tránsito de estudiantes, académicos y personal, así como la realización de clases y demás actividades, se estaba violentando la vida interna de la Facultad.
Luego vinieron las descalificaciones y las especulaciones. Algunos osaron afirmar que el Dr. Palma –Director de la Facultad de Filosofía y Letras- salió a señalar a quiénes deberían de golpear. En cambio, el Dr. Palma junto a las autoridades que integran dicha institución, estuvieron haciendo llamados a la prudencia y al respeto a la democracia, y es que en su inmensa mayoría nadie estaba apoyando la decisión de tomar la Facultad.
Producto del buen trabajo que se está haciendo al interior de dicha Facultad, son los acuerdos que lograron en la reunión del Consejo de Unidad Académica, entre los que destacan: el apoyo y solidaridad a las peticiones de no subir el aumento y conseguir un descuento para la comunidad estudiantil; y la petición a las autoridades de la Universidad, para fincar responsabilidades respecto a las agresiones contra los estudiantes. Con esto, el Dr. Palma y su equipo de trabajo demuestran que están a la altura de las circunstancias y si alguien quiere desestabilizarlos tendrá que hacer más para lograr su cometido.
Estos hechos son preocupantes, pues son resultado del descontento social ante las malas decisiones de los gobiernos. La sociedad ya no aguanta mucho y está a punto de llegar a su límite, sin embargo, eso tampoco justifica que nuestra sociedad se base en la violencia para exigir sus derechos. No podemos como entes sociales lastimar o afectar la vida de los demás. La situación que rodea al país es extrema en cuanto a los temas de violencia e inseguridad. Como poblanos, debemos de evitar ser un Estado más que se une a este estatus.
Y sobre todo, tenemos que recordar dos dichos: Nuestra libertad y derecho termina donde empieza el del otro; y Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
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