23 de enero de 2012

La traducción de Déry-(Sexenio-Puebla 17/01/12)

A finales del año 2011 y lo que llevamos de este 2012 estoy intentando nivelar mis lecturas, pues la ventaja la llevan los escritores de habla hispana y ahora estoy abriéndole paso a los escritores de idiomas extranjeros traducidos al español.

De la mano de Pedro Ángel Palou logré acercarme a Kafka, Faulkner o Naipul; de la mano de Sergio Pitol he empezado a conocer a escritores reconocidos en el mapa mundial, como otros no tan difundidos. Leer a Sergio Pitol es disfrutar de una literatura rica, amistosa y memorística; mientras que leer sus traducciones es compartir con Pitol sus pasiones y su juicio crítico.

Hace casi 9 meses que Hungría hizo acto de presencia en mi vida, es el país preferido de Dulce –mi bella novia- a través de sus relatos, sus recuerdos y sus fotografías estoy conociendo a dicho país. Algún recuerdo me decía que Hungría era uno de los tantos países por donde anduvo Sergio Pitol. La sospecha se confirmó al tener en mis manos El ajuste de cuentas de Tibor Déry, libro perteneciente a la Colección Sergio Pitol traductor.

Tibor Déry experimentó el surrealismo y el dadaísmo; aunque se le reconoce más por su literatura tan realista y comprometida con la situación húngara.

El ajuste de cuentas reúne tres relatos: El ajuste de cuentas, Amor y Filemón y Baucis; todos ellos consistentes, leves y exactos; y por qué no decirlo, también poéticos. Cada uno de éstos acontece en una Hungría que sufre los daños del estalinismo o de la revolución húngara. Relatos que hablan del miedo a ser aprehendido; de la sensación que nace al obtener la libertad después de permanecer en la cárcel por varios años y no saber qué te espera afuera; y también de la incertidumbre que existe cuando habitas en una país en guerra, esa extraña sapiencia de que la vida pende de un hilo, de una circunstancia o de un estar ahí en el momento menos adecuado.

El ajuste de cuentas es un gran libro que a pesar de retratar acontecimientos no tan agradables están llenos de belleza, debido a la forma en que están escritos. Desconozco cómo se lean o perciban en el idioma original, pero algo muy cierto es que la traducción de Pitol es agraciada, pues logra transmitir el mensaje y sobre todo no se siente la voz de Pitol dentro de los textos; convirtiéndolo en un gran traductor, ya que permite hablar al autor.

Habrá que agradecer a Pitol por la traducción, pues al parecer es la única traducción de Déry que se consigue en México. Un gran atino de la editorial de la Universidad Veracruzana y su coordinador Rodolfo Mendoza.

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