Conforme pasan
los años, Almadía se consolida como una editorial que apuesta por autores sin
una presencia clara en el mercado mexicano y por tener entre su catálogo a una
serie de escritores cuya narrativa es arriesgada, provocativa y llena de
entrañas. En algunos casos, son textos literarios llenos de una crudeza que
pueden maravillar o causar repulsión.
Cuartos para gente sola de J. M. Servín no es un libro recién escrito, es más bien un
rescate literario que hace esta editorial con el fin de acercar a este autor
con más lectores. Años atrás fue publicada por el sello Joaquín Mortiz.
En esta novela
se cuenta la vida de Edén Sandoval; un hombre que vive arrumbado en un pequeño
cuarto, donde también habitan una televisión de bulbos y una caja de libros,
sus pertenencias más valiosas, quizá. La vida de este personaje está llena de
una cotidianidad muy tediosa y una soledad hondamente abrumadora; por si esto
fuera poco, la casera de la vecindad se caracteriza por ser un tanto paranoica.
Cansado de poseer una vida intrascendental, un día la vida le ofrece una
oportunidad que cambiará el resto de sus días: ganarle una pelea a un perro
altamente peligroso. A partir de esta escena se desarrollarán una serie de
acontecimientos que eliminaran al tedio de su vida y le darán la bienvenida a
un novedoso y atractivo caos: la repentina aparición de una vecina que lo salva
de encontrarse con la muerte, así como la repentina y extraña muerte de la casera.
La virtud de
esta novela corta recae en el peso del personaje, no podría concebirse esta
narración sin la serie de actitudes que conforman a Edén Sandoval. Un tipo
acostumbrado a la soledad, al desapego emocional, a las pérdidas humanas y
animales. Un hombre que se abriga en el abandono cada noche. Por ello, -creo-
la parte trascendental de la novela se encuentra en todo lo que acontece
después de la pelea de perros, pues Edén sufrirá una especie de muerte
iniciática y esto le ayudará a encontrar las fuerzas necesarias para deshacerse
de todo aquello que lo ata a su pasado y a la ciudad donde vive.
Cuartos para gente sola es una novela con una simple, pero bien trabajada estética y que
de una u otra forma, sin ser el propósito –pienso- del autor deja una gran
enseñanza sobre la vida y el papel que desempeñamos en la misma. Un libro que
no te suelta hasta llegar al punto final.
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