Hace unos meses Puebla bombardeó a todo el país con motivo del festejo
del 150 aniversario de la batalla del 5 de mayo de 1862. Los principales
eventos se transmitieron a nivel nacional. Puebla echó la casa por la ventana.
Sin embargo, nulo fue el espacio dedicado a la literatura. Hubo
ediciones de libros, pero todos de corte histórico; ninguno de corte literario.
Algo extraño, pues el siglo XIX se distinguió por tener una literatura
combativa, ahí están Vicente Riva Palacio, Manuel Payno, Ignacio Ramírez “El
nigromante”; etc. Habiendo tanto de dónde rascar, la literatura fue el género
abandonado en estos festejos.
El Colegio de Puebla, a cargo de Miguel Maldonado, hizo un gran esfuerzo
por conjugar algo de ambas. Ediciones bellas encargadas a Jean Meyer alrededor
del 5 de mayo, así como la edición de libros especiales como: Los libres no reconocen rivales de
Paco Ignacio Taibo II; obra que posteriormente es publicada por el sello
Planeta, casi a la par de El general
orejón ese del mismo autor. Ambos libros son de corte histórico, pero con
una riqueza literaria en su narración.
Los libres no reconocen rivales es un gran repaso sobre todos los
acontecimientos que originaron la invasión francesa. No pierde el tiempo en
detalles innecesarios y describe lo básico para comprender todo lo que rodeó al
5 de mayo de 1862. Taibo II se dedica a ponerle nombre a cada uno de los héroes
y villanos, así como a romper mitos. Explica las traiciones existentes entre el
bando de los liberales y el de los conservadores, plasma la simpatía que los
poblanos mostraban hacía los franceses y las expresiones que dicha simpatía le
generaban a Zaragoza, describe con precisión lo sucedido durante el 5 de mayo y
da su punto de vista sobre el por qué esta fecha es memorable y digna de ser
festejo nacional. Libro que da lugar por vez primera a los serranos de Puebla.
El general orejón ese trata sobre uno de los generales más
importantes del siglo XIX, pero también de los más olvidados: Mariano Escobedo.
Una biografía novelada o una novela biográfica; pero jamás una biografía a
secas. Aquí Taibo II narra cada uno de los actos heroicos –muchos en él- y de
los obstáculos librados que fueron forjando a Escobedo. Este libro busca darle
un lugar adecuado a Mariano Escobedo, pues el discurso oficial lo tiene
olvidado y tan sólo es uno más de entre todos los generales, a pesar de estar
al nivel o por encima de Negrete, González y Díaz.
Dos libros que gozan con una amplia bibliografía consultada por el
autor, pero sobre todo son dos obras que harán reflexionar al lector sobre el
papel que jugaron algunos personajes históricos durante esa época.
El discurso manejado en cada uno de los libros es ameno, muy digerible;
lo que los hace accesible tanto a niños, como a jóvenes y adultos. Libros que
deberían formar parte de las lecturas obligadas en las clases de Historia de
México, pues ofrecen versiones más apegadas a la realidad que las aparecidas en
los libros de texto.
Quizá, dos obras necesarias para estos días oscuros que vive México.
No hay comentarios:
Publicar un comentario