Recientemente
Pedro Ángel Palou ha publicado El
impostor, una novela donde el protagonista es Saulo de Tarso, conocido por
la mayoría como San Pablo.
La época en la
que vivió Saulo de Tarso estaba llena de constantes guerrillas que buscaban
derrocar al Imperio romano y eran días donde abundaban los falsos profetas y
mesías. Casi todos eran enemigos de Roma.
Saulo de Tarso
era un fanático de las leyes y las tradiciones ancestrales; un judío
–orgullosamente ciudadano romano- que perseguía, atosigaba y asesinaba
cristianos, los enemigos declarados del imperio romano. Después -como cuento de
hadas-, Saulo de Tarso iba en su caballo rumbo a otra misión, cuando de repente
ve una luz poderosa que lo cegó y le dijo: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
A lo que él contestó: ¿Quién eres Tú, Señor? Entonces esa voz, que no era otra
cosa que Dios, le dice: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa es para
ti el dar coces contra el aguijón. Y nuevamente cuestiona Saulo: Señor, ¿qué
quieres que haga? Por último, Jesús le sentencia: Levántate y entra en la
ciudad, donde se te dirá lo que debes hacer.
De ser un asesino de cristianos, paso a ser un evangelista. La historia
de la conversión, el claro ejemplo de que todos tenemos una segunda
oportunidad.
Dicha escena
es una de las grandes desmitificaciones que contiene la novela: Saulo de Tarso
sufría de ataques epilépticos, mismos que usó para fingir una conversión de fe
y así obtener la posibilidad de afiliarse a los apóstoles. El fin: identificar
a los cabecillas y poco a poco ir acabando con ellos; tal como se lo solicitó
el Imperio. Esta novedosa verdad es contada por Timoteo –el Sancho de Pablo-
quien será la voz que narrará toda la vida de Pablo, a modo de memorias. El
lector caminará al lado de ellos y conocerá –con precisión casi de cirujano-
cómo vivieron tales personajes. Sin embargo, mientras Saulo de Tarso se
adentraba más en el mundo de los apóstoles y se dedicaba a predicar –con tal
confundirse como un apóstol más-, se fue transformando en el promotor más fiel
de Jesús y sus enseñanzas, así como del fin de los tiempos donde seremos
juzgados por nuestros actos. Los restos de San Pablo, se dice, están enterrados
en la Basílica de San Pablo extramuros; en Roma, Italia. Ahí mismo se encuentra
una estatua que lo representa poseyendo una espada, como símbolo de su martirio
y un libro que simboliza su actividad como mensajero de la palabra de Jesús,
pues es uno de los escritores más importantes del Nuevo Testamento. Famoso por
sus inmensas epístolas dirigidas a los romanos, los corintios, los gálatas,
etc…
Escrita con
una narrativa bien cuidada y una ardua investigación, El impostor es la novela más extensa que ha escrito Palou, la más
elaborada y compleja. Y tal vez, por el tema que toca, sea la más controversial
de todas sus novelas. En una entrevista que el autor da a la revista Siempre, dice: “Mi reto era que los
personajes se sintieran cómodos en ese mundo, por lo tanto el lector debe sentir
que es verosímil, que de veras está ahí adentro, que huela, que saboree la
comida…”. Considero que cumple su objetivo, pues ningún personaje se ve forzado
y uno llega a sufrir, disfrutar y sentir a través de los protagonistas que
habitan en esta novela.
Una novela que
se goza mucho y que hasta el momento se convierte en la más ambiciosa de Pedro
Ángel Palou.
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