3 de septiembre de 2012

El espía que inventó a Jesús-(Sexenio-Puebla 27/08/12)


Recientemente Pedro Ángel Palou ha publicado El impostor, una novela donde el protagonista es Saulo de Tarso, conocido por la mayoría como San Pablo.

La época en la que vivió Saulo de Tarso estaba llena de constantes guerrillas que buscaban derrocar al Imperio romano y eran días donde abundaban los falsos profetas y mesías. Casi todos eran enemigos de Roma.

Saulo de Tarso era un fanático de las leyes y las tradiciones ancestrales; un judío –orgullosamente ciudadano romano- que perseguía, atosigaba y asesinaba cristianos, los enemigos declarados del imperio romano. Después -como cuento de hadas-, Saulo de Tarso iba en su caballo rumbo a otra misión, cuando de repente ve una luz poderosa que lo cegó y le dijo: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? A lo que él contestó: ¿Quién eres Tú, Señor? Entonces esa voz, que no era otra cosa que Dios, le dice: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa es para ti el dar coces contra el aguijón. Y nuevamente cuestiona Saulo: Señor, ¿qué quieres que haga? Por último, Jesús le sentencia: Levántate y entra en la ciudad, donde se te dirá lo que debes hacer.  De ser un asesino de cristianos, paso a ser un evangelista. La historia de la conversión, el claro ejemplo de que todos tenemos una segunda oportunidad.

Dicha escena es una de las grandes desmitificaciones que contiene la novela: Saulo de Tarso sufría de ataques epilépticos, mismos que usó para fingir una conversión de fe y así obtener la posibilidad de afiliarse a los apóstoles. El fin: identificar a los cabecillas y poco a poco ir acabando con ellos; tal como se lo solicitó el Imperio. Esta novedosa verdad es contada por Timoteo –el Sancho de Pablo- quien será la voz que narrará toda la vida de Pablo, a modo de memorias. El lector caminará al lado de ellos y conocerá –con precisión casi de cirujano- cómo vivieron tales personajes. Sin embargo, mientras Saulo de Tarso se adentraba más en el mundo de los apóstoles y se dedicaba a predicar –con tal confundirse como un apóstol más-, se fue transformando en el promotor más fiel de Jesús y sus enseñanzas, así como del fin de los tiempos donde seremos juzgados por nuestros actos. Los restos de San Pablo, se dice, están enterrados en la Basílica de San Pablo extramuros; en Roma, Italia. Ahí mismo se encuentra una estatua que lo representa poseyendo una espada, como símbolo de su martirio y un libro que simboliza su actividad como mensajero de la palabra de Jesús, pues es uno de los escritores más importantes del Nuevo Testamento. Famoso por sus inmensas epístolas dirigidas a los romanos, los corintios, los gálatas, etc…

Escrita con una narrativa bien cuidada y una ardua investigación, El impostor es la novela más extensa que ha escrito Palou, la más elaborada y compleja. Y tal vez, por el tema que toca, sea la más controversial de todas sus novelas. En una entrevista que el autor da a la revista Siempre, dice: “Mi reto era que los personajes se sintieran cómodos en ese mundo, por lo tanto el lector debe sentir que es verosímil, que de veras está ahí adentro, que huela, que saboree la comida…”. Considero que cumple su objetivo, pues ningún personaje se ve forzado y uno llega a sufrir, disfrutar y sentir a través de los protagonistas que habitan en esta novela.

Una novela que se goza mucho y que hasta el momento se convierte en la más ambiciosa de Pedro Ángel Palou.

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