Varios
son los escritores que han buscado escribir para niños y/o adolescentes: Juan
Villoro, Ignacio Padilla, Luigi Amara, Mauricio Montiel Figueiras, Guillermo
Samperio, Francisco Hinojosa, Pedro Ángel Palou; entre otros. Escribir para
este público –pienso- es una aduana difícil de cruzar y pocos salen
victoriosos, pues si la lectura no es capaz de atraparlos debe considerarse un
rotundo fracaso.
Ave Xóchitl y la serpiente de luz (Fernández Editores, 2011) de Ximena Sánchez Echenique –conocida
por sus novelas El ombligo del dragón
y Por cielo, mar y tierra- es la
primera incursión que tiene en la literatura infantil.
A través de
118 páginas la autora cuenta la historia de Ave Xóchitl quien vive en
Petatepec. Los habitantes de este pueblo viven con miedo por culpa de unos
seres sin espíritu que se han apropiado de su vida cotidiana: los niños ya no
salen a jugar en los parques y las calles lucen abandonadas. Es un pueblo sin
alegría, casi sin vida. Todo cambiará para Xóchitl y su pueblo con la llegada
de Adam y su familia. Juntos –Ave y Adam- encontrarán el modo de transmitir las
energías necesarias a los niños y adultos del pueblo, para poder retomar los
parques y las calles. De igual forma aprenderán cómo evitar que las personas se
transformen en seres sin espíritu, sin luz.
Ave Xóchitl y la serpiente de luz es un cuento completamente formativo que por medio de una
narración sencilla, pero rica en lenguaje le da un lugar a la amistad, el amor
y la tolerancia como los valores fundamentales que un niño no deberá perder,
pues son las armas fundamentales que necesitan para transformar su entorno
inmediato y así encontrar con mayor sencillez la felicidad. También busca que
los niños comprendan mejor sus sentimientos y rescata algunas enseñanzas
ancestrales como lo es el significado de Quetzalcóatl.
Al final, el
libro se enriquece con una serie de ejercicios que ayudarán al niño a completar
su experiencia lectora.
Ximena Sánchez
Echenique construye un bello cuento que mezcla con fineza nuestras raíces
indígenas con situaciones actuales; pues ya casi no se ve a los niños
disfrutando de los parques, debido a la violencia que inunda a nuestro país.
Petatepec como
metáfora de un México que ahí está y debemos recuperar antes de que la
oscuridad nos los impida. Ave Xóchitl
como reclamo de que nuestros niños necesitan un mejor lugar para vivir.
Un libro
perfecto para compartir en familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario