En el ámbito literario mexicano –como me imagino sucede en otras partes del mundo-, la coordinación, edición y/o realización de antologías es un ejercicio común, sano y práctico. Las hay de poesía, teatro, novela, cuento y ensayo. Muchos autores reconocidos han incursionado en este ejercicio: Octavio Paz, Alí Chumacero, Domínguez Michael, etc. Algunas antologías se han realizado con un sentido más crítico de la literatura, otras a modo de guía o mapeo generacional y unas cuantas más sólo por el hecho de pasar revista. Ninguna antología dejará satisfecho a nadie. Cada lector tendrá su propio juicio y criterio que lo hará discernir del antologador en cuestión. La literatura poblana no ha escapado a este ejercicio. Iván Ruíz, Roberto Martínez Garcilazo y Jorge Arturo Abascal han realizado diversas antologías de autores poblanos. Sin embargo, la antología más destacada -hecha en Puebla-, por la profunda investigación histórica y trabajo crítico pertenece a Pedro Ángel Palou García: Puebla una literatura del dolor. Antología histórica de la literatura en Puebla (Secretaría de Cultura de Puebla, 1995).
En meses recientes y después de un periplo, propio de los menesteres editoriales, fue publicada la antología: Piezas cambiantes. Escritores en Puebla frente al siglo XXI, la cual estuvo coordinada por el novelista Jaime Mesa. Me atrevo a asegurar que -después de la de Pedro Ángel Palou-, ésta será la antología más importante que se haya hecho en Puebla. Y es que dicha cuenta con una amplia explicación de cómo se eligió y se fue conformando el corpus de la misma, así como deja en claro su ideología.
La antología propuesta por Jaime Mesa no es un simple mapeo literario, es un convivio generacional serio, donde se le da preferencia al posible lector, pues no sólo se busca presentar un texto de los escritores aquí antologados, también ofrece la visión que éstos tienen, ya de la literatura poblana en general, ya de su obra dentro de la literatura poblana; así como el conocimiento visual del autor al presentar una fotografía de ellos, donde también el autor habla.
A diferencia de otras antologías, la de Jaime Mesa es arriesgada: aquí aparecen algunos autores reconocidos a nivel internacional como: Pedro Ángel Palou y Fritz Glockner; otros que tienen poco de haber empezado, pero ya están publicados -a nivel nacional-, en editoriales importantes como: Isaí Moreno y Eduardo Montagner; algunos que han obtenido premios o becas nacionales y locales importantes como: Gabriel Wolfson, Judith Castañeda Suarí, Eduardo Sabugal, Arturo Ordorica y Alejandro Badillo; estos autores pertenecen a las décadas de 1960 y 1970. Si esta mezcla no es arriesgada y propositiva. Mesa incremento su apuesta al incluir a los nacidos en la generación de 1980: Yussel Dardón, Jorge Mendoza, Juan Carlos Reyes, Armando M. Zanker, Sergio Rosas y Alejandra Vergara; algunos han obtenido becas locales, otros nacionales, ésta es una generación que en su mayoría nació en los talleres literarios impartidos en Puebla por escritores como Guillermo Samperio, Ignacio Padilla, José Vicente Anaya; promesas literarias que publican constantemente en revistas y suplementos literarios locales, y gozan de un amplio sentido crítico.
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