En el universo de antologías es común encontrarse con la reunión de un amplio número de personajes que son convocados a participar con una muestra de su obra ya poética, ya narrativa, ya dramática. Cuyos objetivos son dar un ejemplo de la obra realizada por una generación de escritores o proponer una generación de nuevas voces, nuevos escritores, que son lanzados al ruedo de la crítica.
Lo raro sería enfrentarse con una antología que en lugar de reunir una muestra de obra; congregue a diversas voces con el objetivo de responder: ¿qué fue y es de su generación a 40 años de distancia? Pues esta rareza existe y se llama: Lo escrito mañana. Narradores mexicanos nacidos en los 60; antología de voces, de posturas, de sueños, de experiencias y de realidades, coordinada por Sandra Lorenzano y editada por Axial, dentro de su colección Tinta nueva.
El lector que se acerqué a este libro, se topará con posturas variopintas sobre lo que para cada protagonista ha significado y seguirá significando ser parte de la denominada Generación X; la generación que llegó tarde a la fiesta, la que no tenía nada por decir ni aportar, hasta que llegaron la serie de atentados perpetrados por la organización de Al qaeda.
Ricardo Chávez Castañeda, Ana Clavel, Adriana Díaz Enciso, Fernando Fernández, Ana García Bergua, Claudia Guillén, Norma Lazo, Nubia Macías, Mónica Maristain, Laura Emilia Pacheco, Ignacio Padilla, Eduardo Antonio Parra, Ricardo Pohlenz, Cristina Rivera Garza, Enzia Verduchi, Jorge Volpi y Gabriela Warketin; son los autores convocados para compartir con el lector las respuestas que pueden dar a las preguntas, plateadas por la antologadora, como: ¿Qué marco nuestra vida? ¿Cómo eran nuestras ciudades? ¿Qué paisajes nos vieron crecer? ¿Cómo fueron nuestra infancia y adolescencia? ¿Compartimos algo más que la época de nuestro nacimiento? ¿Cómo vivimos el presente con esas marcas a cuestas? ¿Estamos realmente destinados a “recoger los platos rotos”, como plantean algunos? ¿A vivir de las migajas que quedaron del fracaso de las utopías? ¿Quiénes somos? Y cómo no tener tantas preguntas y ganas de responderlas si son una generación que heredó muchas de las heridas generadas –y aún abiertas- por acontecimientos históricos como: la matanza de Tlatelolco de 1968, el asesinato del “Che” Guevara, los asesinatos de los hermanos Kennedy y Martín Luther King, así como las revueltas ideológicas encabezadas por estudiantes en varias partes del mundo como París, Praga; y también el nacimiento de bandas como The Doors, The Rolling Stones y The Beatles, la llegada del hombre a la luna. Una generación que nació y empezaba a dar sus primeros pasos cuando otros ya se habían entregado a las utopías y luchado por ellas. Una generación que cuando empieza a tener voz y postura crítica, también comienza a ser testigo de la muerte de las utopías y el nacimiento del desencantamiento social y político.
La generación de los nacidos en los 60, aparentemente llegó tarde a todo y sin posibilidades de aportar nada, empero son una generación que aprendió a generar sus propios espacios a través de las diferentes disciplinas artísticas y literarias; una generación que supo entender que lo suyo no era levantar escombros o ruinas, sino reconstruir y volver a encaminar el barco en el rumbo más adecuado.
Un libro que el lector no debe dejar pasar y que por extraño que parezca lo deja a uno con una sensación de esperanza.
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