Hace unos años la Encuesta Nacional de Nutrición en México[1] lanzaba cifras preocupantes en cuanto al tema de la obesidad infantil: 27.5% de los niños en edad escolar presentan sobrepeso. Aquí algunos datos con mayor precisión: Un niño obeso tiene 12.6 más probabilidades de tener diabetes mellitus y 9 veces más probabilidades de ser hipertenso a edad temprana que niños no obesos. Mientras que los niños con 15% de sobrepeso tienen alteraciones ortopédicas, dificultad para estar erguidos, alteraciones de alineación de columna y extremidades debido al enorme depósito de grasa abdominal. Todo esto provoca que al hacer ejercicio, el niño/a se fatiga rápidamente porque el corazón late más veces por minuto de lo normal, los pulmones ventilan inadecuadamente y si continúa la actividad, pueden aparecer calambres, dolor por fricción del hígado con las costillas (de caballo) y otras complicaciones.
Como se ve los datos son alarmantes. Un par de años atrás la SEP tomó cartas en el asunto y prohibió tajantemente la venta de comida chatarra, así como el aumento de clases de educación física.
Un aporte para cambiar estos índices, sin duda, es Señor Fritos escrito por Mauricio Montiel Figueiras e ilustrado por Bernardo Fernández “BEF”, bajo el sello editorial de Sexto piso, dentro de su novedosa colección: Sexto piso ilustrado.
El dueto conformado por Mauricio Montiel y BEF, a lo largo de 100 páginas, cuenta la historia de Andrés, un niño que come hotdogs, hamburguesas, frituras, golosinas y odia ingerir frutas y verduras. Disfruta de ver el fútbol y de platicar con Don Ari, su mejor amigo, –dueño de la tienda Los 3 Arieles- con quien comparte la afición por el fútbol y las golosinas. Conforme avanza el relato Andrés va viviendo todos los efectos negativos que conlleva el sobrepeso: imposibilidad para jugar el fútbol, burla de sus compañeros. Originando en Andrés problemas de índole psicológico, emocional, así como una gran falta de autoestima. Aunque sus amigos y familiares buscan hacer cambiar de opinión Andrés, éste no cede ante los consejos, pues no se imagina una vida sin golosinas, además de asumir que todo la demás sabe feo, pues su imaginación así lo indica. Todo cambiará para Andrés a partir de la muerte de Don Ari y de un sueño futurista que tiene después de haber sufrido un dolor de cabeza, en dicho sueño Don Ari se aparece ante Andrés para hacerle ver lo que le espera en el “más allá” si no cambia sus hábitos alimenticios, y le recuerda que: “Somos lo que comemos y morimos como comemos”. Al despertar, Andrés tomará la decisión de cambiar su vida y practicar, en serio, su mayor pasión deportiva: el fútbol.
Señor Fritos es una novela gráfica agradable que pone las cartas sobre la mesa respecto a la obesidad infantil en México y aporta más que la campaña emprendida por la SEP, al presentarse como una opción para que los padres de familia, maestros y/o hermanos lean al lado de los niños.
Habrá que agradecer a Sexto piso por tocar temas tan importantes para el futuro de México y hacerlo de tan bella forma.
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