11 de noviembre de 2009

"Pequeño decálogo sobre las generaciones literarias de Puebla"-(Columna "El Guardián del diván"-Diario “El Columnista” de Puebla- 11/11/09)

0. En Puebla no existen generaciones de escritores, existen grupúsculos literarios que devienen en pequeñas escuelitas, donde los alumnos son enseñados a pensar conforme sus maestros desean que lo hagan. Se ha acabado la autonomía del pensamiento y hemos abrazado a las escuelas dictatoriales.
1. La literatura hecha en Puebla carece de posturas públicas, artísticas y políticas, en cambio está llena de vedetismo.
2. Los alumnos que toman talleres literarios con las pequeñas glorias locales, rara vez podrán aspirar a la proyección nacional, su lugar está asegurado en alguna editorial como Lunarena, Ediciones BUAP y similares.
3. Los escritores poblanos son todo menos eso. Han dejado de buscar la obra que los defina y optaron por la persecución del hueso cultural; contradictoriamente en la prensa escrita y radiofónica se dedican a develar todos los defectos del pesebre que les da de comer. A un lado han dejado la propuesta y se dedican a la calumnia como deporte local y popular.
4. Dos mandamientos parecen permear en los grupos literarios: odiarás al otro grupo por sobre todas las cosas y, criticarás a capa y espada a toda aquél que apueste por la publicación en editoriales transnacionales. Pareciera que la verdad que buscan proclamar, es la siguiente: los escritores que publican en y para Puebla, valen la pena ser leídos, los otros no.
5. Cada escritor suele moverse por la conveniencia o la obligación. Todos padecen de la contradicción y aquellos que cuentan con una postura improstituible, son tachados con adjetivos discriminatorios.
6. Cada editorial poblana suele crearse para publicar a aquellos autores que no han sido aceptados por las editoriales de peso a nivel nacional. Mientras en las editoriales nacionales el filtro pareciera ser de calidad, en las locales la amistad es un factor estético y crítico muy importante.
7. Las revistas y/o suplementos literarios en Puebla a veces sacrifican la calidad estética en pro de la difusión.
8. Amarás a Alejandro Meneses y su noble escuela por sobre todas las cosas.
9. Ha ocurrido lo que más se temían otros escritores y lo que menos quisieron aceptar los escritores locales: la Literatura murió y la mataron, cada uno de ellos, con sus excesivos paternalismos; con su terquedad por superar a Borges, Cortázar, Pitol, Fuentes y compañía; y con su excesiva necesidad por acabar con el otro y su literatura.
10. El problema de la literatura hecha en Puebla, quizá lo resuma bien Cortázar: “Lo que pasa es que se creen sabios -dice de golpe-. Se creen sabios porque han juntado un montón de libros y se los han comido. Me da risa, porque en realidad son buenos muchachos y viven convencidos de que lo que estudian y lo que hacen son cosas muy difíciles y profundas[1]”.

[1] Cortázar, Julio. Cuentos Completos. Punto de lectura. Buenos Aires. 2007. Cuento: El perseguidor. Página 328. Tomo I.

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