20 de noviembre de 2012

¿Un nuevo “boom” llamado crónica?-(Sexenio-Puebla 22/10/12)


En el mundo editorial existen diversas antologías de cuento, poesía, novela y ensayo. Las antologías –cuando son buenas- agrupan la visión que el editor o compilador tiene sobre determinado género literario, dicho de otra forma, una antología ofrece una propuesta estética de cómo acercarse a cierto género. Sin embargo, las antologías pueden convertirse en un conglomerado de intereses literarios/políticos. Algunos afirman, que tanto las revistas como las antologías sirven para comprobar quiénes son tus plumas amigas.

Recientemente Alfaguara ha publicado Antología de crónica latinoamericana actual, editada por Darío Jaramillo Argudelo. Extensa en su tamaño y muy bien cuidada en su contenido y propuesta.

Antes de dar entrada a la lectura de las crónicas reunidas, Jaramillo Argudelo escribe una introducción más que necesaria sobre la historia y la evolución de la crónica desde el punto de vista periodístico y literario. A lo largo de estas líneas, Jaramillo Argudelo no duda en afirmar que Tomás Eloy Martínez, García Márquez, Monsiváis y Poniatowska son los “padres-madres” de la crónica latinoamericana.  A nivel internacional considera a escritores de la talla de: Capote, Mailer y Wolfe como parte de los cimientos de la actual crónica latinoamericana. Y recurre a algunos de los escritores nombrados para dar una definición cercana al objetivo estético de esta antología. Una que vez explica el cómo, cuándo y por qué de la crónica latinoamericana; Jaramillo Argudelo ofrece la radiografía de esta antología; donde explica, argumenta y justifica la razón por la cual están incluidos y excluidos ciertos escritores, así como la división temática que le dio a la misma.

Los temas de las crónicas son variopintos, aquí Carlos Monsiváis, Lydia Cacho, Borges, Pavese, Sabines, Gloria Trevi, The Rolling Stones, Gardel, Bob Dylan, la lucha libre, el fútbol o tipos comunes son protagonistas de las crónicas reunidas. Y Martín Caparrós, Juan Villoro, Fabrizio Mejía Madrid, Alejandro Almazán, Alejandro Zambra, Leila Guerriero, Sabina Berman, Laura Castellanos, Gabriela Wiener, entre otros, son los escritores convocados por Jaramillo Argudelo. Chile, Colombia, México, Argentina, Venezuela, Uruguay, Perú y Colombia son parte de los países representados.

Una antología precisa para acercarse de forma adecuada al género de la crónica -que asegura Jaramillo Argudelo-, está por convertirse en el nuevo boom de la literatura latinoamericana.

Las crónicas aquí reunidas no sólo harán pasar un rato entretenido al lector, también ofrecen la visión que los latinoamericanos tenemos del mundo y nuestro entorno.

22 de octubre de 2012

Ante la ausencia, queda la belleza (Sexenio-Puebla 16/10/12)


¿Qué tiene que decirnos una fotografía o un recuerdo? ¿Qué importancia tienen el pasado en nuestro presente?, ¿Cómo se continua la vida en otras tierras que no son las natales y de qué forma se debe afrontar? son algunas de las preguntas que me imagino se hizo Sandra Lorenzano al escribir su más reciente novela: Fuga en mí menor (Tusquets, 2012).

Fuga en mí menor es una novela acerca del exilio, la guerra, el recuerdo, la ausencia y la relación/reacción que el ser humano puede tener.

En Leo –el protagonista de la novela- recaen todas las conjugaciones posibles que ésta tiene. La primera conjugación tiene que ver con la ausencia de su padre Giulio, que desapareció cuando Leo tenía tan sólo dos años.  A partir de los recuerdos que le cuenta su madre, de una fotografía y del libro que Giulio subrayó: Vendrá la muerte y cerrará tus ojos de Cesare Pavese; Leo intentará rescatar a su padre del pasado y buscará resolver el por qué de su enigmática desaparición. Ante la ausencia del padre, queda la gran relación que tuvo con su madre: Nina que a pesar navegar contra corriente -la pérdida del esposo y el exilio de sus tierras italianas-, busca heredar a su hijo dos cosas: la capacidad de disfrutar cada día con inmensa alegría y el recuerdo de su padre como un héroe. En tercer plano, pero como gran complemento, aparece la relación que Leo tiene con su esposa Mercedes y con su hijo Julio, quien un buen día decide partir de casa y se comunica con ellos por medio de una fotografía y unas escuetas frases. La cuarta historia pertenece a Bauer y la amistad que tiene con Leo, juntos se acompañan y platican acerca de sus pasados y sus pérdidas.

Sandra Lorenzano construye una novela redonda a través de una narrativa breve, concisa y fluida,  donde logra erigir bellas imágenes, así como transmitir cada una de las sensaciones que van trastocando a cada uno de los personajes.

Fuga en mí menor guarda un vaso comunicante con el tercer movimiento de la Sinfonía n° 1 (Titán) de Mahler, pues a pesar de ser una novela donde se transmite el amor por la vida y la belleza de la misma, no se debe olvidar que es una obra donde la pérdida y la ausencia son el lev motiv. Aunque al final, la intención de la autora es –quizá- mostrar que los recuerdos están ahí para hacer más llevaderas las ausencias y convertir las grandes desgracias en un motivo para salir adelante. Y, tal vez, la mejor manera para encontrar el camino es aprender a fugarse del mundo y de sí mismo. Dicen que la distancia y el mar sanan cualquiera herida, por ello no debe extrañar que el mar aparezca también dentro de esta novela.

Una novela disfrutable para cualquier lector y que al cerrar el libro partirá a continuar su vida con una sensación de belleza por las venas. 

16 de octubre de 2012

La pureza del fútbol (Sexenio-Puebla 03/10/12)


Muchos pensarían que el fútbol es para verse, jamás para leerse.

Sin embargo, existen muchos libros que abordan al fútbol desde distintas perspectivas. Ya sean cuentos, crónicas, biografías o ensayos completamente literarios y algunos con tendencias filosóficas. Entre esa inmensidad están: Dios es redondo y Los once de la tribu de Juan Villoro; El fútbol a sol y sombra de Eduardo Galeano, así como la colección El futbolista perteneciente a la editorial Ficticia; donde destacan: ¿Y dónde está el fútbol de Ángel Cappa; También el último minuto cuenta, antología de cuentos coordinada por Marcial Fernández y Guantes blancos, las redes del fútbol de Félix Fernández (por muchos años portero del Atlante).

Recientemente la editorial Capitán Swing publicó Fútbol. Dinámica de lo impensado del argentino Dante Panzeri. Libro que ha llegado a México a través de la editorial Sexto Piso.

Fútbol. Dinámica de lo impensado es un ensayo con grandes líneas literarias donde Panzeri analiza el fútbol de cabo a rabo, no deja cabos sueltos. Estrategias, formación de futbolistas, influencia en la sociedad, afectación del dinero y medios de comunicación en su desarrollo, así como una clara explicación del papel que juegan jugadores, directores técnicos y directivos dentro de un equipo.

A pesar de haber sido publicado hace 45 años, las palabras de Panzeri siguen conservando una vigencia sorprendente.

Sin haber conocido a jugadores como Messi o a equipos como el actual Barcelona; Panzeri hablaba de un fútbol donde sólo hay dos formas de jugarlo: bien o mal. Aunque, a veces, el equipo que peor juega puede ganar; esta extraña combinación hace que el fútbol sea impensado, impredecible. Una de críticas que hace Panzeri es la excesiva tecnicidad en el juego -esta terquedad por tener un guion-, ya que convierten al deporte en algo aburrido y sin emociones. En el fútbol defendido por Panzeri, el DT sólo puede influenciar un 5 por ciento en la cancha y tiene más bien el papel de un orientador, un animador, porque la magia y los resultados corren a cargo de los jugadores. La mayor responsabilidad de un DT es a la hora de elegir qué jugadores formarán parte de su grupo, pues el éxito vendrá al conjugarse talento con armonía o compañerismo.

Panzeri afirma que no existe fútbol antiguo y moderno, se sigue jugando igual y los marcadores varían gracias a la existencia de jugadores capaces de saltarse cualquier guion y echarse el equipo a los hombros. Dicho de otra forma: tener amor a la camiseta y la profesión.

Fútbol. Dinámica de lo impensado debe ser una lectura obligada para futbolistas, técnicos, periodistas del medio y aficionados; pues ayudarán a tener una distinta y mejor visión del fútbol en su más fina pureza. 

3 de octubre de 2012

Un lugar para vivir-(Sexenio-Puebla 03/09/12)


Varios son los escritores que han buscado escribir para niños y/o adolescentes: Juan Villoro, Ignacio Padilla, Luigi Amara, Mauricio Montiel Figueiras, Guillermo Samperio, Francisco Hinojosa, Pedro Ángel Palou; entre otros. Escribir para este público –pienso- es una aduana difícil de cruzar y pocos salen victoriosos, pues si la lectura no es capaz de atraparlos debe considerarse un rotundo fracaso.

Ave Xóchitl y la serpiente de luz (Fernández Editores, 2011) de Ximena Sánchez Echenique –conocida por sus novelas El ombligo del dragón y Por cielo, mar y tierra- es la primera incursión que tiene en la literatura infantil.

A través de 118 páginas la autora cuenta la historia de Ave Xóchitl quien vive en Petatepec. Los habitantes de este pueblo viven con miedo por culpa de unos seres sin espíritu que se han apropiado de su vida cotidiana: los niños ya no salen a jugar en los parques y las calles lucen abandonadas. Es un pueblo sin alegría, casi sin vida. Todo cambiará para Xóchitl y su pueblo con la llegada de Adam y su familia. Juntos –Ave y Adam- encontrarán el modo de transmitir las energías necesarias a los niños y adultos del pueblo, para poder retomar los parques y las calles. De igual forma aprenderán cómo evitar que las personas se transformen en seres sin espíritu, sin luz.

Ave Xóchitl y la serpiente de luz es un cuento completamente formativo que por medio de una narración sencilla, pero rica en lenguaje le da un lugar a la amistad, el amor y la tolerancia como los valores fundamentales que un niño no deberá perder, pues son las armas fundamentales que necesitan para transformar su entorno inmediato y así encontrar con mayor sencillez la felicidad. También busca que los niños comprendan mejor sus sentimientos y rescata algunas enseñanzas ancestrales como lo es el significado de Quetzalcóatl.

Al final, el libro se enriquece con una serie de ejercicios que ayudarán al niño a completar su experiencia lectora.

Ximena Sánchez Echenique construye un bello cuento que mezcla con fineza nuestras raíces indígenas con situaciones actuales; pues ya casi no se ve a los niños disfrutando de los parques, debido a la violencia que inunda a nuestro país.

Petatepec como metáfora de un México que ahí está y debemos recuperar antes de que la oscuridad nos los impida. Ave Xóchitl como reclamo de que nuestros niños necesitan un mejor lugar para vivir.

Un libro perfecto para compartir en familia. 

3 de septiembre de 2012

El espía que inventó a Jesús-(Sexenio-Puebla 27/08/12)


Recientemente Pedro Ángel Palou ha publicado El impostor, una novela donde el protagonista es Saulo de Tarso, conocido por la mayoría como San Pablo.

La época en la que vivió Saulo de Tarso estaba llena de constantes guerrillas que buscaban derrocar al Imperio romano y eran días donde abundaban los falsos profetas y mesías. Casi todos eran enemigos de Roma.

Saulo de Tarso era un fanático de las leyes y las tradiciones ancestrales; un judío –orgullosamente ciudadano romano- que perseguía, atosigaba y asesinaba cristianos, los enemigos declarados del imperio romano. Después -como cuento de hadas-, Saulo de Tarso iba en su caballo rumbo a otra misión, cuando de repente ve una luz poderosa que lo cegó y le dijo: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? A lo que él contestó: ¿Quién eres Tú, Señor? Entonces esa voz, que no era otra cosa que Dios, le dice: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa es para ti el dar coces contra el aguijón. Y nuevamente cuestiona Saulo: Señor, ¿qué quieres que haga? Por último, Jesús le sentencia: Levántate y entra en la ciudad, donde se te dirá lo que debes hacer.  De ser un asesino de cristianos, paso a ser un evangelista. La historia de la conversión, el claro ejemplo de que todos tenemos una segunda oportunidad.

Dicha escena es una de las grandes desmitificaciones que contiene la novela: Saulo de Tarso sufría de ataques epilépticos, mismos que usó para fingir una conversión de fe y así obtener la posibilidad de afiliarse a los apóstoles. El fin: identificar a los cabecillas y poco a poco ir acabando con ellos; tal como se lo solicitó el Imperio. Esta novedosa verdad es contada por Timoteo –el Sancho de Pablo- quien será la voz que narrará toda la vida de Pablo, a modo de memorias. El lector caminará al lado de ellos y conocerá –con precisión casi de cirujano- cómo vivieron tales personajes. Sin embargo, mientras Saulo de Tarso se adentraba más en el mundo de los apóstoles y se dedicaba a predicar –con tal confundirse como un apóstol más-, se fue transformando en el promotor más fiel de Jesús y sus enseñanzas, así como del fin de los tiempos donde seremos juzgados por nuestros actos. Los restos de San Pablo, se dice, están enterrados en la Basílica de San Pablo extramuros; en Roma, Italia. Ahí mismo se encuentra una estatua que lo representa poseyendo una espada, como símbolo de su martirio y un libro que simboliza su actividad como mensajero de la palabra de Jesús, pues es uno de los escritores más importantes del Nuevo Testamento. Famoso por sus inmensas epístolas dirigidas a los romanos, los corintios, los gálatas, etc…

Escrita con una narrativa bien cuidada y una ardua investigación, El impostor es la novela más extensa que ha escrito Palou, la más elaborada y compleja. Y tal vez, por el tema que toca, sea la más controversial de todas sus novelas. En una entrevista que el autor da a la revista Siempre, dice: “Mi reto era que los personajes se sintieran cómodos en ese mundo, por lo tanto el lector debe sentir que es verosímil, que de veras está ahí adentro, que huela, que saboree la comida…”. Considero que cumple su objetivo, pues ningún personaje se ve forzado y uno llega a sufrir, disfrutar y sentir a través de los protagonistas que habitan en esta novela.

Una novela que se goza mucho y que hasta el momento se convierte en la más ambiciosa de Pedro Ángel Palou.

27 de agosto de 2012

De generales y hombres libres-(Sexenio-Puebla 07/08/12)


Hace unos meses Puebla bombardeó a todo el país con motivo del festejo del 150 aniversario de la batalla del 5 de mayo de 1862. Los principales eventos se transmitieron a nivel nacional. Puebla echó la casa por la ventana.

Sin embargo, nulo fue el espacio dedicado a la literatura. Hubo ediciones de libros, pero todos de corte histórico; ninguno de corte literario. Algo extraño, pues el siglo XIX se distinguió por tener una literatura combativa, ahí están Vicente Riva Palacio, Manuel Payno, Ignacio Ramírez “El nigromante”; etc. Habiendo tanto de dónde rascar, la literatura fue el género abandonado en estos festejos.

El Colegio de Puebla, a cargo de Miguel Maldonado, hizo un gran esfuerzo por conjugar algo de ambas. Ediciones bellas encargadas a Jean Meyer alrededor del 5 de mayo, así como la edición de libros especiales como: Los libres no reconocen rivales de Paco Ignacio Taibo II; obra que posteriormente es publicada por el sello Planeta, casi a la par de El general orejón ese del mismo autor. Ambos libros son de corte histórico, pero con una riqueza literaria en su narración.

Los libres no reconocen rivales es un gran repaso sobre todos los acontecimientos que originaron la invasión francesa. No pierde el tiempo en detalles innecesarios y describe lo básico para comprender todo lo que rodeó al 5 de mayo de 1862. Taibo II se dedica a ponerle nombre a cada uno de los héroes y villanos, así como a romper mitos. Explica las traiciones existentes entre el bando de los liberales y el de los conservadores, plasma la simpatía que los poblanos mostraban hacía los franceses y las expresiones que dicha simpatía le generaban a Zaragoza, describe con precisión lo sucedido durante el 5 de mayo y da su punto de vista sobre el por qué esta fecha es memorable y digna de ser festejo nacional. Libro que da lugar por vez primera a los serranos de Puebla.

El general orejón ese trata sobre uno de los generales más importantes del siglo XIX, pero también de los más olvidados: Mariano Escobedo. Una biografía novelada o una novela biográfica; pero jamás una biografía a secas. Aquí Taibo II narra cada uno de los actos heroicos –muchos en él- y de los obstáculos librados que fueron forjando a Escobedo. Este libro busca darle un lugar adecuado a Mariano Escobedo, pues el discurso oficial lo tiene olvidado y tan sólo es uno más de entre todos los generales, a pesar de estar al nivel o por encima de Negrete, González y Díaz.

Dos libros que gozan con una amplia bibliografía consultada por el autor, pero sobre todo son dos obras que harán reflexionar al lector sobre el papel que jugaron algunos personajes históricos durante esa época.

El discurso manejado en cada uno de los libros es ameno, muy digerible; lo que los hace accesible tanto a niños, como a jóvenes y adultos. Libros que deberían formar parte de las lecturas obligadas en las clases de Historia de México, pues ofrecen versiones más apegadas a la realidad que las aparecidas en los libros de texto.

Quizá, dos obras necesarias para estos días oscuros que vive México.

7 de agosto de 2012

La cotidianidad vuelta poesía-(Sexenio-Puebla 01/08/12)



La poesía embellece el alma y reaviva las esperanzas.
La poesía duele hondamente.
La poesía es la única capaz de poner nombre y apellido a cada uno de los sentimientos, sensaciones.
La poesía es tan notable que convierte a lo grotesco en bello.
Inclusive la poesía también es capaz de hacer reír a las personas.
En fin, la poesía es una de las artes más completas.
Estas son algunas de las impresiones que quedan al leer a Fabián Casas y su poemario El pequeño mecanismo de los acontecimientos; editado por Almadía y conformado por 58 poemas. Dicho poemario, consiste en una antología –casi cronológica- organizada por Hernán Bravo Varela. Un antología perfecta, pues el antologador realiza un bello trabajo al alimón con el poeta, ya que logran ordenar cada uno de los poemas de tal forma que se plasme una clara evolución poética, pero también buscando mostrar una estética propia dentro del libro. Haciendo de El pequeño mecanismo de los acontecimientos un poemario independiente, temático.
Fabián Casas es un poeta de pocas palabras, pero todas ellas precisas y sencillas. Versos que retratan su mundo personal con belleza y conmueven hasta al más duro de corazón, como lo es la muerte de su madre.
Sin embargo, Casas también se inspira en cosas tan contemporáneas como los cómics o  es capaz de poetizar experiencias cotidianas como lo es quedarse sin llaves en medio de la oscuridad o esperar que la aspirina haga su efecto debido.
La capacidad de Casas es amplia.
Leer a Casas es entregarse a una poesía que es sencilla para cualquier lector, pero con una complejidad: la hacer que cada uno de nuestros acontecimientos diarios, tan mecánicos, tan burdos sean al mismo tiempo muy poéticos. Lo que hace que el lector pueda fácilmente apropiarse de este poemario.
El arte del libro corre a cargo de Alejandro Magallanes y viene a redondear la belleza de este libro.
Almadía es una editorial que ha arriesgado con propuestas novedosas para el lector mexicano, donde el libro como objeto sigue siendo de alto valor. No hay edición que no sea artística.

6 de agosto de 2012

Carta abierta-(Sexenio-Puebla 23/07/12)


A cada uno de los mexicanos
A mi familia
A mis amigos
A mis amigos escritores
Al movimiento #YoSoy132
A los masones de México
A los héroes anónimos y a los que nos dieron Patria y Libertad
A ti

México es muchos “Méxicos”, eso lo sabíamos todos, algunos lo suponían. México es una suma de “Méxicos” divididos, soslayados, olvidados. Nuestra cronología histórica que venimos aprendiendo en la escuela nos lo repite: el México prehispánico, el México colonial, el México independiente, el México Juárez y una lista sinfín. El único México que registra la Historia como país unificado, como país existente, legitimado es el México después del nacimiento del PNR (ahora PRI). A partir de aquí, podemos considerarnos un país sólido, fuerte, unido. Un país que existe –parece afirmar la Historia- gracias a la visión de un partido, un partido que se instauró 70 años en el poder y a lo largo, de su bien llamada “dictadura perfecta”, heredó deudas, las matanzas del 68 y 71, fraudes electorales, desapariciones de personajes incómodos para la política mexicana, en fin. Ése México o “esos Méxicos” del cual todos debemos estar orgullosos, porque todos lo construimos. ¿Duele tal afirmación, no? Pero sí, todos somos culpables de que México esté en gran agonía.
Y voy a explicar por qué lo digo.
Cuando cursaba la secundaria, la curiosidad histórica me invadía fervientemente. Siempre me considere un chico disfuncional a mi generación, mientras unos escuchaban Maná yo ponía en mi radio a Fernando Delgadillo, Óscar Chávez o las primeras épocas decentes de El Tri; etc. Gracias a estos educadores me enteré de la existencia de la matanza del 2 de octubre de 1968. Quería saber por qué habían muerto en México un número indefinido de estudiantes a manos del ejército mexicano. Una maestra de aquellos años me respondió: no debemos de hablar de ese tema en clase, es una etapa triste para México, porque los jóvenes perdieron la brújula, se dejaron influenciar por ideas tontas, absurdas y obtuvieron su merecido: cárcel, golpes y unos cuantos la muerte; palabras más, palabras menos. Por supuesto, con el transcurrir de los años fui resolviendo mis dudas. El resultado sangriento y represivo del 68 es un hecho para consignar, exigir justicia; jamás para avergonzarse. Fueron jóvenes que miraron más allá de sí mismos y buscaban un futuro mejor. Víctimas de sus propios sueños y de su amor por México.
Sin embargo, el 68 no es más que una anécdota un episodio –aunque trágico y triste- bello en la Historia de México. Siempre aseguré -con amigos, familiares y los pocos alumnos que llegué a tener- que con la matanza del 68 se habían muerto más cosas: las ganas de luchar por una idea y había nacido un conformista: “para qué si nunca pasa nada” alimentado de mucho miedo, pues ya se sabía cuáles eran las consecuencias.
Delgadillo, dice en Evoluciones: “Como ha hecho falta en estos días/ un capitán, un héroe, una señal.” Toda sociedad lo necesita, todo movimiento también. Ahí tienen a Zapata, Villa, Morelos, los Serdán, Madero, Ernesto “Che” Guevara, en fin. A veces la sociedad ha necesitado alguien que guíe a esos desolados, a esos abandonados, a esos dolidos que a los gobiernos nunca les ha interesado. México y la izquierda –inexistente, hasta hace unos años en México- parece haber encontrado a ese guía: Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tan controversial para cualquiera: lo amas o lo odias. En torno a este personaje han pasado un sinfín de marchas: la del desafuero, sus mítines electorales para la campaña del 2006, luego las marchas del VotoxVoto, la acampada en las calles del DF, su reciente campaña del 2012; etc. AMLO representó en 2006 mi primera elección presidencial, mi primera tristeza electoral y el nacimiento de una llama que arde y que duele al mismo tiempo. Vi movilizaciones, vi tanta gente entregada con amor y sinceridad que era imposible negarse a ser parte de “ese algo”. Pasó lo que ya todos sabemos y en mí quedó una tristeza y recordé aquél: “para qué si nunca pasa nada”. Perdí las esperanzas en muchas cosas.
Se vinieron las elecciones recientes, mi votó estaba completamente definido. Pero era un voto con una esperanza inundada de tristeza. Algo en mí decía: vota, pero nuevamente la robarán. Empero algo cambió las cosas, un hecho hizo que renaciera algo en mí, un acontecimiento logró que volviera a creer en México. El 11 de mayo y con ello el nacimiento del #YoSoy132. No todo está perdido, me dije.
Han pasado ya un par de meses y ya todos sabemos qué está pasando en México. No necesito ahondar en ello.
#YoSoy132 vino a poner a debate y a juicio todo aquello que sabíamos y nunca cuestionamos con firmeza, por miedo, conformismo o valemadrismo. #YoSoy132 ha sido el punto de encuentro de Universidades que el “status quo” había rivalizado. #YoSoy132 es el espacio que alberga a aquellos que no sabían dónde mostrar su indignación. #YoSoy132 es el lugar donde convergen familias enteras y salen a protestar por un México mejor. #YoSoy132 ha logrado, quizá sin proponérselo, unir a esos “Méxicos”. #YoSoy132 es la señal que este país estaba realmente buscando, porque es ciudadano, porque sí congenia en caminos con AMLO, pero es plural y también caben los panistas y los priístas que no están ciegos; porque -aquí- caben aquellos que siente amor por México.
Pero #YoSoy132, aunque da orgullo saber que los jóvenes no se callan y hacen acto de presencia, no debería existir. #YoSoy132 es el resultado de ése México que nunca alzó la voz por miedo, por conformismo o porque no había tiempo para hacerlo. #YoSoy132 es producto de haber permitido tantos fraudes, tantas devaluaciones, tantas injusticias. #YoSoy132 es la conglomeración de tantos males que sabíamos ahí estaban y nunca pugnamos por su resolución.
No creo que exista disculpa alguna o pero que valga. México se jodió porque mi generación, la de mis primos, la de mis tíos, la de mis padres y la de mis abuelos lo permitieron. Ciertamente, dirán: era protestar o llevar alimento y sustento a la casa. ¿Cuántas veces no oímos y vimos de los cacerolazos en Argentina o de las marchas? Algunas eran de noche, porque precisamente no podían dejar de trabajar. El presenciar un asalto y no hacer nada es parte de esos miles de daños, el  “mientras no me pase a mí, qué importa”, el “la violaron por vestirse provocativamente”, y una larga lista de frases que puedo enunciar han fregado a México. El permitir que despidan a alguien de su trabajo por haber ejercido su derecho a protestar o buscar el respeto a alguna de sus garantías individuales, también ha jodido a México. El que algunos presencien actos de corrupción por parte sus jefes y no denunciar, también es parte de eso que ha hundido a México. El preferir dar la mordida a pagar la multa, el comprar piratería, artículos robados, etc; son acciones que han chingado al país. Somos cómplices de la pudrición de México.
Vivo en un México que presenció el asesinato de Colosio, las muertes de Acteal, la represión de Atenco o en Oaxaca, la impunidad del “Precioso” Marín, los más de 60 mil muertos de la guerra contra el narco y no hemos hecho mucho por buscar la justicia.
Habito un México donde el miedo sigue siendo el lev motiv de esta ceguera. Preferimos fingir demencia, pues así estamos más seguros. Convivo con muchos mexicanos a los que cada vez nos cuesta más sobrevivir, sabemos dónde está el daño, pero decimos: “ni modo, no queda de otra más que trabajar”; si, trabajar ganando sueldos míseros mientras el IVA sube y el sueldo bien gracias, donde los gobiernos y las empresas se inventan nuevas formas de encarecer la vida, pero ¡Vamos mexicanos, no queda de otra más que trabajar!
Sobrevivo en un México donde su Historia ha sido sepultada y olvidada; donde las ONG´S –en su mayoría- ayudan al pueblo para evadir impuestos, donde los partidos políticos hace mucho dejaron ver por los intereses del país, para dedicarse a los propios; donde los Masones se han vuelto políticos de segunda, ya no existen en sus filas mexicanos capaces de seguir la ruta trazada por personajes como: Riva Palacio, Melchor Ocampo, Ignacio Ramírez, Madero, Juárez, Díaz, “Tata” Cárdenas, etc., muchos de ellos con defectos ya plasmados en las líneas de la Historia de México, pero eran capaces de morir en la raya por un país al que amaban profundamente. De esta asociación a nivel mundial emergieron los pensamientos que dieron pie a Independencias o Revoluciones ¿dónde están esos pensadores en México? México no va a cambiar mientras no hagamos a un lado el individualismo, mientras menospreciemos las expresiones ciudadanas, mientras no busquemos el respeto a las garantías individuales de todos, mientras no luchemos por una vida digna y mientras veamos al “otro” como un enemigo a eliminar, dicho de otra forma: “de que me chingues tú a que te chingue yo, mejor te chingo”. México no evolucionará hasta que no respetemos la Constitución mexicana y hagamos respetarla a los dirigentes en el poder.
Creo de corazón que #YoSoy132 es la esperanza que muchos tenemos para que “ahora sí cambie México”, lo que no sé es si: ¿están listos ellos?, ¿estarán conscientes que bajo ellos están albergadas miles de almas esperanzadas?, ¿serán capaces de asumir esa responsabilidad? #YoSoy132 debe evolucionar a otro tipo de acciones conjuntas a la marcha, como son: presionar para la aprobación de una segunda vuelta electoral; ciudadanizar al IFE, donde los partidos opinen más no decidan; democratizar los medios de comunicación; pelear por una verdadera reforma electoral donde se acabe con la existencia de tantos partidos; etc.
Los ciudadanos debemos cooperar con ellos, no dejarlos solos. Ya tenemos Atenco, el 68 o el 71; permitir otro sería un grave error como mexicanos.
Dejar solos a los jóvenes del #YoSoy132 es abandonarnos y doblar las manos.
Creo en México, creo que aún podemos hacer un cambio verdadero y que está en manos de la ciudadanía.
Lo último que nos pueden arrebatar es la esperanza. Ya hemos perdido muchas vidas en el camino, hagamos que su ausencia valga la pena.
Con amor.

25 de julio de 2012

Erase que era el amor-(Sexenio-Puebla 09/07/12)


 Leer a Cristina Rivera Garza, desde que la descubrí, siempre es un placer. Me gusta leer el trabajo literario realizado por algunos escritores que considero amigos, es otra forma de poder dialogar con ellos.

Cristina es una escritora que siempre ha experimentando con la palabra ya sea a través de la novela, la poesía o los 140 caracteres del tuiter.

La muerte me da es, probablemente, la novela más experimental que ha escrito. Ahí la escritora dio vida a una Detective que mientras avanzaba en su caso, se iba convirtiendo en escritora. Detective que posteriormente aparecería en algunos cuentos de La frontera más distante. No es una Detective cualquiera, ella se interesa en comprender con precisión los pasos dados por la mujer en cuestión (siempre son mujeres las investigadas), y toma como punto de referencia los textos producidos ya sean cartas o diarios. Para saber cómo encontrar a alguien, primero es necesario saber qué lo llevo hasta ese lugar. Mientras más se adentra en lograr comprender-entender a la perseguido, más se convierte en lo que persigue.

Recientemente Cristina ha publicado –bajo el sello editorial Tusquets- la novela El mal de la taiga. Una novela que va acompañada de algunas ilustraciones alusivas, inspiradas en la misma novela. Nuevamente experimental. Aquí vuelve aparecer la Detective, aunque hace mucho que abandono la profesión para dedicarse a escribir. Acepta volver a investigar un caso, porque muy el fondo –pienso- intenta encontrarse a sí misma. Su misión: buscar a una mujer que ha dejado a su esposo, para internarse con otro hombre en las entrañas de la taiga. ¿De qué y por qué huye la mujer?, son las preguntas que asaltan a la Detective-escritora; sus pistas ahora serán una serie de cartas que la susodicha va dejando y que la Detective-escritora intentará comprenderla a través de sus anotaciones. Sí, otra vez, la Detective-escritora se conjugará-perderá al querer saber las razones de la huída.

Una novela que habla del desamor. Una novela que busca comprender qué es el amor, pues sólo así sabrá cuándo y cómo aparece el desamor. En esta búsqueda se corre el riesgo de perderse, de contagiarse del mal de la taiga: esas ganas de huir de todo y de nada, esas ganas de internarse en la soledad y no volver, esas ganas de perderse y algún día encontrarse.

El mal de la taiga más que un thriller, más que una teoría del cuento de hadas o infantil; es una novela que va sobre el impacto de la palabra –la saludable obsesión de Cristina- y también del golpe que deja la brevedad y exactitud de la misma.

Un buen día el amor y el desamor se van, dice la Detective. Y la palabra estará para registrarlo en la bitácora de la vida, dice quien esto escribe.

Una novela que llega a calar.

Y sí, -perdonen el atrevimiento- imposible no sentir atracción por la Detective.

10 de julio de 2012

De la cordura a la locura-(Sexenio-Puebla 25/06/12)


Me parece extraño que México siendo un país donde, supuestamente, no hay tantos lectores; sí sea uno donde el mapa de escritores –y últimamente editoriales- existentes es amplio. Perdido en este mar de escritores está Felipe Soto Viterbo, quien vuelve a los encordados literarios con su novela: Conspiración de las cosas, bajo el sello editorial de Random House Mondadori.

En esta novela se narra la vida de Diego García, un tipo cualquiera con una vida lograda y que arrastra consigo un sinfín de recuerdos y frustraciones. De joven, Diego García era un poeta en ciernes, pertenecía a una cofradía de poetas y borrachos, y estaba enamorado de forma desmesurada de Valeria, una mesera del bar Zafiro. Sin embargo, la vida lo encarrilo a dejar la poesía y dedicarse a trabajar en un corporativo. No se puede quejar tiene una casa amplia, un buen carro y una esposa guapa y perfecta; por si fuera poco, también tiene una bella amante. La vida de Diego es hasta cierto punto rutinaria, pero perfecta. Hasta que un día sus recuerdos que llevan por nombre Valeria, lo invaden y lo invitan a revivirlo; a la par lo acusan de fraude en el corporativo y Rocío –su esposa- se pelea con él debido a los celos que la carcomen por dentro. De pronto, su presente no es tan bueno, su estabilidad desaparece y Rocío se va de la casa. A partir de esta cadena de hechos, Diego pierde el control de sus actos y da cabida a un extraño desdoblamiento entre su pasado y sus presentes, alterando su realidad y sin darle espacio para intentar comprender su situación. Se vuelve presa de los instintos más pasionales y su único objetivo es huir del presente y encontrar confort al lado de Valeria.

Conspiración de las cosas es una novela bien construida, donde los personajes se sostienen perfectamente y logran atrapar al lector. Gran atino de Felipe Soto Viterbo es que la narración vaya acorde a la acción. Una novela que se lee de forma rápida y deja un buen sabor de boca. Una novela que mezcla una posible realidad con algo de locura extrema.

Con Conspiración de las cosas, Felipe Soto Viterbo se va colocando como un buen narrador dentro del mapa literario de México y va exigiendo ser leído. 

Bullying, según Trino y Luigi Amara-(Sexenio-Puebla 11/06/12)


Recientemente la editorial Sexto piso ha apostado por la novela gráfica o el cómic. Dicha editorial, ha entregado grandes joyas estéticas como Diario de Nueva York de Peter Kuper, Viva la vida. Los sueños en Ciudad Juárez de Edmond Baudoin y Jean-Marc Troubet o Alicia en el país de las maravillas/a través del espejo de Lewis Carroll. Estas y otras obras se encuentran agrupadas en la colección Sexto piso ilustrado, la cual se ha ido colocando exitosamente entre los lectores.

En dicha colección, los niños y jóvenes han tenido cabida, como se puede ver con las publicaciones de libros como: La calavera de Cristal de BEF y Juan Villoro o Señor Fritos de BEF y Mauricio Montiel Figueiras; así como Los calcetines solitarios, donde los textos pertenecen al poeta Luigi Amara, mientras que las ilustraciones son de Trino.

Con gráficos atractivos para el público al cual se dirigen, además de una narración juguetona y llena de rima, Los calcetines solitarios cuenta la historia del calcetín Petete, víctima de un sinfín de abusos perpetrados por la malosa Calceta Negra y sus compinches. Petete harto de sufrir acude a sus padres y no le hacen caso. Al sentirse solo, abandona su cajón, pues es preferible sufrir afuera que en su propio cajón de calcetín. En dicha aventura conoce a Rayas Rojas con quien se divierte y juntos regresan al cajón para enfrentar a los malosos. Sin embargo, se dan cuenta de que portarse de la misma forma no los lleva a ningún lado y se dan cuenta que a ellos los molestan por ser auténticos y diferentes.

Los calcetines solitarios es un libro necesario para nuestros niños y jóvenes, pero –sobre todo- para los adultos, pues a veces no logran comprender con exactitud todo el daño que puede provocar el bullying y cuando actúan es demasiado tarde. No digo que la panacea sobre el tema sea este libro, para eso está la psicología; pero sí es una forma amena y didáctica de acercarse al fenómeno.

Los calcetines solitarios es un libro que pueden compartir papás e hijos, además de ser una forma de fomentar la lectura en los niños.

11 de junio de 2012

¡Ay, la soledad!-(Sexenio-Puebla 31/05/12)


La soledad y el amor son temas que se han abordado infinitamente a lo largo de la historia de la literatura universal.

Paolo Giordano en su opera prima: “La soledad de los números primos”, ha establecido una gran metáfora  aritmética para explicar a la soledad: los números primos (aquellos que sólo son divisibles entre 1 y entre sí mismos), éstos a pesar de compartir una gran característica, jamás podrán juntarse.

Giordano cuenta la historia de dos personajes: Mattia y Alice. Cuyas vidas van girando en torno al miedo que se impregnó en ellos –como un tatuaje- durante su infancia, el cual se afianzará en la adolescencia. Conforme van creciendo, irán por la vida librando los obstáculos de ésta como puedan, evadiendo el miedo sin enfrentarlo. Todo es infelicidad hasta que un día se encuentran y vislumbran la posibilidad de enfrentar sus miedos. La situación y la persona, lo valen. Pero ¿para qué perder tiempo en combatirlo, si afuera hay todo un mundo por vivir? Sin embargo, esto los orillará a vivir en mundo “cómodo”, más no deseado. Alejándolos y viviendo siempre con la interrogante: ¿qué hubiera sido de mi vida, si permanecíamos juntos?

“La soledad de los números primos” pareciera una copia fotostática de la vida, donde perdemos una infinidad de oportunidades por miedo, por incapacidad de decir las cosas y de abrirnos ante el otro.

Es más fácil deshacerse de la felicidad que de los miedos, pues uno crece con ellos y aprende a sobrevivir, quizá cuesta trabajo imaginarse qué hacer sin ellos.

Una prosa precisa, feroz, cruda, real; pueden ser varios calificativos que acompañan a la escritura de Paolo Giordano, quien toma a la soledad por los cuernos para ponerle nombre, apellido y lugar de nacimiento.

La historia de Mattia y Alice, puede ser la historia de cualquiera que se acerqué a leer dicha novela.

Se corre el riesgo de sentirse retratado.

Quizá, por eso gusta tanto. Por eso identifica y duele.

Una novela que no deberán perderse y seguro les dejará un grato sabor.

Estudiantes de la IBERO, ejemplo a seguir-(Sexenio-Puebla 15/05/12)


Hace muchos años, afirmaba -entre amigos y familiares- que era muy triste ver que la juventud de ahora había dejado de ser crítica.

Aseveré, por mucho tiempo, que el asesinato a los estudiantes de 1968 en la Plaza de las 3 culturas: Tlatelolco, había tenido éxito; pues ni padres ni hijos protestaban con argumentos y unidad ante las injusticias que vive día a día nuestro México.

Poco a poco, la vida me fue callando la boca: La marcha por la paz, la marcha contra el desafuero a AMLO e incluso las marchas del voto x voto hace seis años. En épocas recientes, el movimiento ciudadano más importante lo encabeza el poeta Javier Sicilia, las razones: las sabemos de sobra.

La sociedad ha ido evolucionando y lastimosamente las injusticias también. Hace años que México llora sangre.

Días atrás, ante la aparición de Peña Nito en la IBERO, miles de alumnos hicieron acto de presencia para recordarle las injusticias de Atenco, le gritaron asesino y no tuvieron paz hasta que lo sacaron de sus instalaciones. De hecho, “lo escoltaron” hasta  su camioneta. Era una sociedad estudiantil organizada y argumentada.

La versión oficial de estos hechos, según Televisa y el equipo de Peña Nieto: alumnos entrenados fuera de la Ibero, al más puro estilo de Atenco; en entrevista a José Carreño (http://www.youtube.com/watch?v=IAeEq3WPP_Y) o “un grupo organizado con mala intención que dejan mal parada a la IBERO y que no representan lo que es esa casa de estudios”, según Videgaray (http://www.youtube.com/watch?v=-f9G0GJcaYo&feature=relmfu).
La respuesta institucional de la IBERO, según su twitter (11 de mayo):
‏@IBERO_mx: “La Ibero respeta la manifestación plural de las ideas en un ámbito de tolerancia. #BuenCiudadanoIbero
Todos los candidatos que nos han visitado han participado con el mismo formato. #BuenCiudadanoIbero
Esta mañana hubo un intenso intercambio de ideas en la participación de @EPN en el foro #BuenCiudadanoIbero
En el auditorio, @EPN expuso sus ideas sin interrupciones, ante un público universitario plural y diverso. #BuenCiudadanoIbero
La visita de @EPN en el foro congregó a simpatizantes y opositores, que externaron libremente sus puntos de vista. #BuenCiudadanoIbero
Nuestros alumnos constituyen una comunidad universitaria informada, crítica y que no es ajena a la realidad del país. #BuenCiudadanoIbero”
‏@Copsaibero: “En las puertas de la @IBERO_mx solo permiten el paso con credencial oficial y vigente. Así fue la entrada hoy en la universidad #Iberoplural”.
Una forma política, pero precisa de cuestionar lo dicho por José Carreño o Videgaray.

Sin embargo, la mejor respuesta la dieron los propios alumnos de la IBERO. 131 alumnos salieron a dar la cara por su comunidad, a través de un video, cuyo inicio dice:

“Estimados Joaquín Codwell, Arturo Escobar y Emilio Gamboa, así como medios de comunicación; de dudosa neutralidad, usamos el derecho de replica para desmentirnos: somos estudiantes de la IBERO, no acarreados y no porros, y nadie nos entrenó para nada…”, luego cada alumno va diciendo su nombre, seguido de su matrícula o clave, mostrando siempre su credencial de la IBERO.

La comunidad estudiantil de la IBERO alzó la mano y nos muestra cómo debemos hacer las cosas. Nos nutren de esperanza.

15 de mayo de 2012

Miramón por Trueba Lara-(Sexenio-Puebla 07/05/12)


En el famoso año del bicentenario se publicaron un mar de novelas abordando personajes y/o momentos históricos. Algunas buenas, otras muy desafortunadas. Muy pocas se centraron en hablar de personajes controversiales en la Historia de México.

José Luis Trueba Lara, en su más reciente novela: “La derrota de Dios”, emprendió la aventurar de hablar sobre uno de los personajes más interesantes de la  Historia de México: Miguel Miramón; a quien la historia ha decidido castigar tras haberse convertido en un aliado del Imperio de Maximiliano, al no encontrar otra mejor opción.

Con una narrativa ligera, amena, buen ritmo y una gran verosimilitud; Trueba Lara retrata a la perfección quién fue Miguel Miramón: un mexicano que amaba a México y creía fervientemente que el mejor camino para educarlo era a través de los valores católicos.

Trueba Lara ha decidido combinar con éxito el dato histórico y la ficción, dándole así una narración fluida a la novela, donde el lector podrá enterarse de como el afán que tuvo para luchar por el amor de Concha de Lombardo, fue el mismo que demostró en cada batalla librada.

A lo largo de esta novela, Trueba Lara muestra datos importantes para cambiar la percepción que se tiene de Miguel Miramón: su rechazo a una invasión, a un imperio, pero si su aprobación a un gobierno largo: una dictadura. Otro dato, que recuerda Trueba Lara: su gran carrera militar en la defensa de México contra la invasión norteamericana, al lado de los famosos niños héroes. Su afiliación al gobierno de Maximiliano se debe al amor que tiene por sus ideales: religión y gobierno; además de que Juárez jamás ofreció perdón a Miramón si se unía al grupo liberal para defender a México.

“La derrota de Dios” hace justicia a Miramón, ciertamente al final pareciera que acabo siendo un traidor a la patria; pero no por ello debe olvidarse su valor al defender México de los norteamericanos. Ni debe castigársele por ser fiel a sus ideales.

7 de mayo de 2012

De cómo un juglar amaba a su musa-(Sexenio-Puebla 30/04/12)


La costumbre de publicar correspondencia de escritores reconocidos va aumentando con el transcurrir de los años, sobre todo si se trata de cartas intercambiadas entre 2 autores; sin embargo publicar la correspondencia íntima de los escritores es algo fuera de lo común.

Gracias a los nietos de Juan José Arreola: Alonso y José María Arreola, el lector puede disfrutar de un libro exquisito y muy valioso para todo lector que haya disfrutado de la obra de Arreola.

A manera de homenaje al escritor jalisciense, pero sobre todo al amor que éste le profesaba a su esposa, sus nietos han decidido publicar la correspondencia que Juan José Arreola mantenía con su amada Sara Sánchez y el padre del autor de Confabulario; así como algunas conversaciones sostenidas entre el autor de La Feria y sus familiares, bajo el título de Sara más amarás, bajo el sello editorial de Joaquín Mortiz.

Aunque es un término reservado para exposiciones museográficas; puede decirse que Sara más amarás más que contar una bella edición, tuvo una curaduría muy bella. Pues tanto la correspondencia como las conversaciones han sido ordenadas de forma cronológica, de forma tal que el lector pueda ser testigo de la construcción de una historia de vida, donde se deja ver a un Juan José Arreola muy tierno, cariñoso y respetuoso en el trato con Sara o con su Padre. Edición que va acompañada de una serie de fotografías de Arreola, Sara y sus familiares, así como la digitalización de algunas cartas; de igual forma, cuenta con comentarios de los nietos de Arreola con el fin de ir contextualizando al lector con cada una de las cartas.

Estas cartas dejan ver que Sara formó una parte fundamental en la carrera literaria de Arreola. Ella era su fuerte, su impulso, su todo.

Sara más amarás también plasma las preocupaciones económicas y literarias que día a día sufría Arreola; no toda historia amorosa es sencilla, por ello –atinadamente- deciden retratar el momento en que Sara y Juan José rompieron su relación de noviazgo y el cómo la vuelven a reconstruir.

Correspondencia escrita con el sumo cuidado que le dedicó a cada uno de sus cuentos.

Publicaciones como estas hacen que el lector reconozca y valore la parte humana de los escritores. Los hace más táctiles y otorga la posibilidad de darle una nueva relectura a la obra escrita de Arreola.

30 de abril de 2012

El arte de escribir, según Wharton-(Sexenio-Puebla 16/04/12)


La teoría literaria suele ser un camino muy espino y quienes se dedican a ella no siempre son didácticos a la hora de escribirla. Pasa lo mismo con los críticos literarios, suelen ser muy atinados para desmenuzar una obra de ficción, pero no son tan asertivos al construir la propia.

Pocos escritores se animan a compartir el cómo de su arquitectura narrativa, aunque si hay muchos que además de escribir obras ficcionarias, ejercen una crítica de la obra de sus autores favoritos; y desde luego muy pocos logran tener una amplia congruencia y consistencia tanto en lo criticado, como en su propia pluma. Sergio Pitol es de los pocos escritores que se ha dedicado a crear una obra narrativa muy consistente y concisa, así como una fina y dura crítica a la arquitectura narrativa de diversos escritores. Ambas forman un binomio importante de su obra.

La aventura por el mundo de lectura –pienso- debe ser siempre un ejercicio de constantes descubrimientos.

Recientemente ha llegado a mí “Escribir ficción” de Edith Wharton, un libro por demás sorprendente. Mencionado libro recopila una serie de artículos publicados por la escritora en la revista Scribner’s entre 1924 y 1925, donde la escritora vierte su visión particular sobre lo que significa dedicarse al arte de escribir. A lo largo de cuatro capítulos y de manera muy didáctica, Wharton hace comparaciones claras entre el cuento y la novela, donde explica que el escritor jamás deberá influir en la extensión de la obra, más bien el tema será el encargado de dictaminar la extensión. Otro de los temas importantes es la construcción del personaje y la situación; aquí el escritor si debe tener mayor responsabilidad, pues deberá saber con exactitud todo acerca de sus personajes, sin embargo nunca deberá entrometerse en el desarrollo de los mismos, los personajes deberán crecer conforme mejor les convengan. Donde el escritor deberá intervenir más es en el desarrollo de la situación, pues afirma que la situación no deberá salirse del tema y buscar que dicha sea atractiva para el lector.

Todas las reflexiones realizadas por Wharton se acompañan o se fundamentan con la comparación y ejemplificación de algunas obras de escritores como Dostoievski, Goethe, Dickens, James; entre otros. Proust es un escritor demasiado importante para Wharton, por ello dedica un apartado especial para hablar de su obra, a quien pone como uno de los mejores ejemplos del arte de escribir ficción.

Un libro agradable para su lectura y que debería formar parte de la bibliografía obligada de los estudiantes de literatura, pues los conocimientos vertidos por Wharton siguen siendo vigentes.

Edith Wharton fue la primera escritora mujer en recibir el Premio Pulitzer (1920) por su obra  “La edad de la inocencia” que junto con las novelas “La casa de la alegría” y “Las costumbres del país” forman la trilogía: “Vieja Nueva York”. Fue alumna y posteriormente amiga de Henry James.

Una escritora a la que vale la pena acercarse, sin duda.

16 de abril de 2012

Del amor de un humano por una liebre-(Sexenio-Puebla 02/04/12)

¿Se imaginan a un hombre cualquiera recorriendo un país entero, teniendo como compañera de viaje a una liebre? ¿Conciben una novela capaz de retratar el amor que un ser humano puede sentir por un animal? Arto Paasilinna lo hace posible en su reciente novela: El año de la liebre (Anagrama, 2011).

Vetanen es un periodista que está cansado de su trabajo, de su esposa y de la rutina que lleva su vida. El periódico para el que trabaja lo ha mandando a cumplir una misión, al lado de un compañero; ya de regreso en la carretera atropellan a una liebre, provocando que Vetanen baje en busca del animal para auxiliarlo, contrariando a lo que su colega le pidió, al no recibir éste respuesta alguna de Vetanen, decide abandonarlo. Una noche en el campo, al lado de la liebre, será suficiente para tomar el valor suficiente y desprenderse de todo aquello que lo tiene infeliz: su esposa y el trabajo. Decisión que cambiará el resto de sus días. A partir de aquí, Vetanen y la liebre viven una serie de inhóspitas aventuras, recorriendo toda Finlandia. Juntos reconstruyen y habitan pequeñas casas que sirven como refugio para cazadores, combaten incendios forestales, venden ilegalmente un botín de guerra alemán, cazan a un oso junto a una comitiva del Ministerio de Asuntos Exteriores de Finlandia sin éxito alguno, y cruzan la frontera existente entre Finlandia y la Unión Soviética cazando a un oso que los atacó.

El año de la liebre posee una narrativa ligera, pero precisa y es contada al más puro estilo de una fábula; donde el lector se reirá, se enojará y se conmoverá a ratos con las vivencias que protagonizan Vetanen y la liebre al enfrentarse a ciertos acontecimientos, donde se plasma la crueldad que caracteriza a los citadinos y la nobleza propia de los habitantes del campo. Novela que retrata la búsqueda de la libertad, la cual Vetanen vivirá apasionadamente y luchará por ella contra cualquier obstáculo que quiera arrebatársela.

El año de la liebre se considera -en tierras nórdicas- fundadora de un nuevo género: la novela humorístico-ecológica. Arto Paasilinna es autor de otras novelas como El molinero aullador, El bosque de los zorros, Delicioso suicidio en grupo y El mejor amigo del oso.

Hay pocas novelas con personajes, relativamente sencillos, que logran atrapar al lector y darle una gran fortaleza narrativa a la misma, que agrada por su sencillez narrativa; El año de la liebre es una de ésas novelas. Habrá que seguir leyéndolo.

Obituario literario

Si la muerte de Antonio Tabucchi -sufrida el pasado 25 de marzo- no fuera suficiente; nuevamente la literatura se llena de luto, el pasado fin de semana se informó del asesinato del poeta y traductor Guillermo Fernández. En este mismo fin de semana, Omar Calabrese murió a los 62 años.

Descansen en paz y a leerlos, mejor homenaje no pueden recibir.

2 de abril de 2012

Sobre las generaciones literarias de Puebla-(Sexenio-Puebla 27/03/12)

Los rumores literarios y poéticos han provocado temblores en Puebla, hace años leí este texto en un evento literario en el extinto FIP (Festival Internacional de Puebla), gracias a la invitación de Gerardo Oviedo.

Considero preciso recordarlo.

0. En Puebla no existen generaciones de escritores, existen grupúsculos literarios que devienen en pequeñas escuelitas que piensan conforme sus maestros desean que lo hagan. Se ha acabado la autonomía del pensamiento y hemos abrazado a las escuelas dictatoriales.

1. La literatura hecha en Puebla carece de posturas públicas, artísticas y políticas, en cambio está llena de vedetismo.

2. Los talleres literarios con las pequeñas glorias locales, rara vez podrán aspirar a la proyección nacional, su lugar está asegurado en alguna editorial como Lunarena, Ediciones BUAP y similares.

3. Los escritores poblanos son todo menos eso, escritores. Han dejado de buscar la obra que los defina y prefirieron optar por la persecución del hueso cultural; contradictoriamente en la prensa escrita y radiofónica se dedican a develar todos los defectos del pesebre que les da de comer. A un lado han dejado la propuesta y se dedican a la calumnia como deporte local y popular.

4. Dos mandamientos parecen permear en los grupos literarios: odiarás al otro grupo por sobre todas las cosas y criticarás a capa y espada a toda aquél que apueste por la publicación en editoriales transnacionales. Pareciera que la verdad que buscan proclamar, es que los escritores que publican en y para Puebla son los que valen la pena ser leídos, los otros no.

5. Dudarás de todo aquél que gané un premio literario, si es tu amigo o parte del grupúsculo lo aplaudirás por sobre todas las cosas.

6. Cada escritor suele moverse por la conveniencia o la obligación. Todos padecen de la contradicción y aquellos que cuentan con una postura improstituible, son tachados con adjetivos discriminatorios.

7. Cada editorial poblana suele crearse para publicar a aquellos autores que no han sido aceptados por las editoriales de peso a nivel nacional. Mientras en las editoriales nacionales el filtro pareciera ser de calidad, en las locales la amistad es un factor estético y crítico importante.

8. Las revistas y/o suplementos literarios en Puebla se han creado para darle espacio a aquellos que no están metidos dentro de este mundillo. Aunque la calidad estética se sacrifique en pro de la difusión.

9. Serás digno de publicar, siempre y cuando muestres fidelidad al grupo que te apadrina. Sin padrino, no eres nadie.

10. Ha ocurrido lo que más se temían otros escritores y lo que menos quisieron aceptar los escritores locales: la Literatura murió y la mataron cada uno de ellos. La mataron con sus excesivos paternalismos, con su terquedad por superar a Borges, Cortázar, Pitol, Fuentes y compañía, con su excesiva necesidad por acabar con el otro y su literatura.

11. El problema de la literatura hecha en Puebla, quizá lo resuma bien Cortázar: “Lo que pasa es que se creen sabios -dice de golpe-. Se creen sabios porque han juntado un montón de libros y se los han comido. Me da risa, porque en realidad son buenos muchachos y viven convencidos de que lo que estudian y lo que hacen son cosas muy difíciles y profundas[1]”.

A mí me parece risible la indignación en casos como el de Sealtiel Alatriste o las críticas a los supuestos grupos existentes en cada colonia, facultad, ciudad, estado y país; siempre han existido los grupos sino pregúntenle a Octavio Paz y todo su grupo de Vuelta, ahora Letras Libres.

Aún más deprimente me parece que existan críticos reconocidos que en lugar de desmenuzar la pobreza literaria de una obra, se dediquen a atacar al personaje.

Tal vez, la literatura no está en las novelas ni en los poemas. Probablemente la única literatura habite en las columnas contestatarias, en las reseñas pseudocríticas o en los supuestos artículos de opinión.

Más tristeza da saber, que los pocos intelectuales existentes se dediquen soltar pestes contra los escritores que no comulgan con su misma ideología.

Así el mundo en la república de las letras.



[1] Cortázar, Julio. Cuentos Completos. Punto de lectura. Buenos Aires. 2007. Cuento: El perseguidor. Página 328. Tomo I.

27 de marzo de 2012

Auster y el poder de autonovelarse-(Sexenio-Puebla 19/03/12)

Escribir sobre sí mismo suele ser complicado. Escribir sobre el camino andado con objetividad es, casi, imposible. Autonovelarse con precisión, belleza y juicio, se antoja inexistente. Sin embargo, Paul Auster lo ha logrado en su reciente libro: Diario de invierno, el cual se une a otro par de libros escritos en el mismo estilo: La invención de la soledad y A salto de mata.

Auster tiene 65 años y con ello viene la nostalgia y las ganas de saber si lo hecho hasta el momento valió la pena.

A modo de diario cronológico y narrado desde la tercera persona, Auster ofrece al lector una autobiografía novelada, lejana de todo panfleto sentimentalista y donde el juicio personal tiene amplia cabida.

Diario de invierno es un libro admirable, pues posee una precisión narrativa, como se puede ver en los relatos que hace de sus recuerdos de infancia o de las amplias narraciones de los 21 cuartos o casas en las que ha habitado, las cuales han tenido un significado para él en su vida. Cada cuarto es la metáfora de su propia evolución. Tal es la precisión contenida en cada párrafo que inmediatamente uno logra sentirse caminando al lado de Auster, uno sufre con Auster; aunque también se goza con él al revivir sus encuentros sexuales. Pero también uno se enamora, al leer la forma en que describe a su esposa, después de tantos años de compartir la vida, así como la elegancia que tiene para referirse a sus viejos amores.

Auster comparte con sus lectores –sin temor a ser juzgado- todo tipo de recuerdos que trazaron, modificaron e influyeron cada una de sus decisiones: las enfermedades, las pérdidas de familiares, los momentos engorrosos de la infancia, las amistades memorables; entre otros. Muchos de estos recuerdos, como el lector descubrirá al adentrarse en sus páginas, fueron el origen de algunas de sus novelas.

Diario de invierno, para el lector y los escritores, es el ejemplo más claro de cómo escribir una autobiografía novelada. Para Paul Auster, pienso, es la forma de conversar consigo, de reconocer sus aciertos, ubicar sus errores y perdonarse.

Una lectura que no debe dejar pasar.