28 de enero de 2013

Vivir o morir, no hay más-(Sexenio-Puebla 21/01/13)


Conforme pasan los años, Almadía se consolida como una editorial que apuesta por autores sin una presencia clara en el mercado mexicano y por tener entre su catálogo a una serie de escritores cuya narrativa es arriesgada, provocativa y llena de entrañas. En algunos casos, son textos literarios llenos de una crudeza que pueden maravillar o causar repulsión.
Cuartos para gente sola de J. M. Servín no es un libro recién escrito, es más bien un rescate literario que hace esta editorial con el fin de acercar a este autor con más lectores. Años atrás fue publicada por el sello Joaquín Mortiz.

En esta novela se cuenta la vida de Edén Sandoval; un hombre que vive arrumbado en un pequeño cuarto, donde también habitan una televisión de bulbos y una caja de libros, sus pertenencias más valiosas, quizá. La vida de este personaje está llena de una cotidianidad muy tediosa y una soledad hondamente abrumadora; por si esto fuera poco, la casera de la vecindad se caracteriza por ser un tanto paranoica. Cansado de poseer una vida intrascendental, un día la vida le ofrece una oportunidad que cambiará el resto de sus días: ganarle una pelea a un perro altamente peligroso. A partir de esta escena se desarrollarán una serie de acontecimientos que eliminaran al tedio de su vida y le darán la bienvenida a un novedoso y atractivo caos: la repentina aparición de una vecina que lo salva de encontrarse con la muerte, así como la repentina y extraña muerte de la casera.

La virtud de esta novela corta recae en el peso del personaje, no podría concebirse esta narración sin la serie de actitudes que conforman a Edén Sandoval. Un tipo acostumbrado a la soledad, al desapego emocional, a las pérdidas humanas y animales. Un hombre que se abriga en el abandono cada noche. Por ello, -creo- la parte trascendental de la novela se encuentra en todo lo que acontece después de la pelea de perros, pues Edén sufrirá una especie de muerte iniciática y esto le ayudará a encontrar las fuerzas necesarias para deshacerse de todo aquello que lo ata a su pasado y a la ciudad donde vive.

Cuartos para gente sola es una novela con una simple, pero bien trabajada estética y que de una u otra forma, sin ser el propósito –pienso- del autor deja una gran enseñanza sobre la vida y el papel que desempeñamos en la misma. Un libro que no te suelta hasta llegar al punto final.

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