17 de julio de 2008

Los Decálogos postmodernos de Palou-("El Columnista"-Puebla 04/06/08)

Desde las remotas tierras francesas y para precisar más desde el Centre d'Études sur l'Actuel et le Quotidien, que fuese fundado en 1982 por Michel Maffesoli et Georges Balandier, escribió Pedro Ángel Palou, en recientes días, dos decálogos, uno para la controvertida Crítica denominado “Decálogo encubierto” y “Nuevo decálogo del novelista” el pasado lunes para El Columnista en la columna “Ex-futuros” que el prolífico autor poblano tiene en éste diario.
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Ambos textos van siendo a mi parecer una probadita de lo que irá a impartir en el curso “La muerte de la Literatura” que dará en la Casa del Escritor a partir del 19 de agosto de 4 a 6 de la tarde durante 9 días con un cupo de 20 personas y un costo de $1,000.00.
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En el texto escrito para Crítica Palou hace una seria reflexión del Lenguaje en estos tiempos, su evolución y sobre todo, su involución. También reflexiona sobre la relación que existe entre Literatura y Lenguaje. Pide regresar a las raíces y volver a “darle vida a la palabra”, la cual hemos matado, o al menos frivolizado.
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De lo escrito en su columna “Ex-futuros”, uno puede apreciar como Palou García pide acabar con esos adjetivos novelescos: policíaca, fantástica, histórica. Exige llamarle a la novela por su nombre: Novela. Acabar con lo existente, regresar a las raíces y volver a construir esos castillos, pero de una manera distinta, quitando esas imperfecciones. En este caso, pide que al Lenguaje, ya sea en su relación con la Literatura en general o en específico con la novela, se le quiten esas barreras sintácticas, semánticas y que se valoren más sus relaciones extralingüísticas. Y es que la Literatura es una visión, por consecuencia, una interpretación. Hay que re-inventarse a la hora de escribir, sólo así se podrá alcanzar una novela que sea capaz de convertirse en una máquina demoledora. Algo que Calvino ya venía diciendo en sus “Seis propuestas para el próximo milenio”. Traducir lo que la vida actual nos da a las novelas. Hacer que la Literatura encuentre su vaso comunicante con la televisión, el cine, la internet, etc., sólo así logrará sobrevivir. He ahí la importancia de la nueva camada de narradores que nacieron a medidos y/o finales de los 60´s, fueron capaces de romper el cordón umbilical con sus maestros novelistas. Ese su mayor defecto, porque un país como México y quizá hasta latinoamericano, se está acostumbrado a llenarse de próceres: ¡Viva Carlos Fuentes!, ¡Viva Gabriel García Márquez!, ¡Viva Vargas Llosa! ¡Vivan los escritores latinoamericanos que nos dieron identidad en el mundo!
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Ambos decálogos tienen un dejo importante de ese postmodernismo tan buscado por él, motivo que lo llevó a partir a tierras francesas, para aprender más de su admirado Michel Maffesoli.
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Digamos, entonces, junto con Palou: No a la novela poblana. No a la novela latinoamericana, ni a la mexicana. Sí a la novela escrita por novelistas cuyo único afán es tomar a la Literatura como una experiencia de vida.
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Acabar, pues, con los canones, no sirven, sólo estorban el proceso creativo. Deshacerse de los sagrados escritores, sólo son escritores, eso y no más.

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