2 de mayo de 2008

El escritor, su obra y la relación con el poder y lector ("El Columnista"-Puebla-02/05/08)

Para Leisy Magaly, en estos tiempos difíciles, acá tienes un apoyo eterno.
---
Es curiosa la idea que se tiene sobre lo que sí y lo que no debería ser un escritor. La mayoría se casa con esa pinchurrienta idea del escritor plenamente identificado con la izquierda, que escribe para La Jornada, que está dispuesto a alistarse en pro del EZLN y que siempre levanta la mano contra todo lo que salga del gobierno. Este sí es un verdadero escritor, dicen y aseguran, mientras aquellos que aceptan ser burócratas, no son escritores comprometidos, pues su compromiso no es serio, porque según, ya no está con la sociedad, si no, con las altas esferas del poder. Bajo esa percepción, Del Paso, Poniatowska, Monsiváis, Pitol, que son los más constantes, realmente son verdaderos escritores, pues su compromiso es para con la literatura y, sobre todo, la sociedad.
-
Y entonces, ¿por qué admirar a Fuentes, a Paz, a Zaid, a Krauze? Paz -que renuncia a la embajada en París y hasta escribe Posdata para condenar el 68- sudó la gota gorda, cuando organizó esa mesa en que reunió a varios escritores reconocidos, al escuchar a uno de sus invitados de lujo (Vargas Llosa), decir que cómo nos atrevíamos a criticar a Cuba de tener un dictador, si acá teníamos algo similar, sólo que los nombres iban cambiando pero el partido y la forma de operar, no. Fuentes que, a pesar de condenar la matanza de Tlatelolco, aceptó ser Embajador en los tiempos de Echeverría, artífice del 68 y del 71, y en pasado reciente tuvo una postura, ni a favor ni en contra, mediana, que no conciliadora, en el tema de AMLO y las “fraudulentas” elecciones con las que ganó Calderón. Sin embargo, se les reconoce como los grandes escritores que son.
-
Quizá al absurdo romanticismo, habría que recordarle un poco de historia. Prácticamente, nuestra intelectualidad se fue construyendo desde el poder. Y si no me creen, habría que revisar Las Herencias ocultas de la Reforma Liberal del siglo XIX (Debate, 2007) de Carlos Monsiváis, donde hace un breve repaso por los grandes escritores de pensamiento liberal: Guillermo Prieto, Ignacio Ramírez, Ignacio Manuel Altamirano y Vicente Riva Palacio, que además de usar las armas para combatir, ocuparon la pluma para crear literatura y redactar leyes. Aunque algunos después de haber apoyado a Juárez, lo dejaron para hacer fuerte a Porfirio Díaz.
-
Más cercana, está la generación de Los Contemporáneos que fueron burócratas y no por ello malos poetas. O el mismo Pitol (cuya calidad no está en duda), que ha sido en innumerables ocasiones embajador, y no por ello perdió su arraigo a la izquierda a la que ha apoyado en diversas oportunidades.
-
Al escritor debe juzgársele por su obra, no por su política. Las obras deben valorarse por sus recursos estilísticos y estéticos, y lo que retraten de la sociedad. Y una obra puede ser aburrida o atrayente. Tampoco debe caer el lector en la idiotez de no decir que x o y obra aburren, sólo porque es del “gran escritor”.

No hay comentarios: