6 de junio de 2008

De blog´s y adiciones cibernéticas ("El Columnista"-Puebla 04/06/08

En plena era del internet y con la plena suposición de que todos ya debemos tenerla en casa, pues se ha convertido en una herramienta necesaria, y por el costo de renta en un cibercafé, si yo fuera Calderón, la introduciría en la canasta básica. Digo, si ahora el kilo de tortilla de maíz está casi en diez pesos y la hora de internet, cuesta igual, mi idea no sería nada descabellada, ¿o si? Empero estoy sentado en un cibercafé porque mi servicio de internet contratado ha estado fallando los últimos días. Me he sentido incomunicado, casi sin vida, o al menos sin parte de ella.
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Es lunes dos del sexto mes del año número ocho del siglo veintiuno. El cielo tiene un aspecto grisáceo, nublado, avisa probable lluvia, pero no se sabe si realmente lloverá, ni cuál será la intensidad de ésta. Siempre hay que salir con la sudadera, la gabardina y, quizá, hasta con la sombrilla, para mojarnos lo menos posible. O al menos hacer la finta de ello. La condición del cielo asemeja a nuestra golpeada y sufrible economía. En este día tan deprimente me encuentro redactando esta columna que saldrá el miércoles cuatro de junio para ser leída por usted, querido lector, que tendrá en sus manos una edición más de “El Columnista”, controvertida como todas las ediciones de los periódicos en los que ha estado Mario Alberto.
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Tengo que aceptarlo, no tener internet en casa es sumamente frustrante. Se ha vuelto una necesidad para poderme sentir comunicado. Pero también es la búsqueda de alcanzar una probable omnipresencia. Por eso las tremendas ganas de tener un blog personal, un blog para la columna que antes solía tener en “Cambio” mismo espacio que ocupé para darle vida a la columna de “Intolerancia”, por eso de la misma forma existe otro más para esta columna que aparece cada semana en este diario, esa misma impulsión me llevo a crear un “Hi5” y un “Myspace”. Hay que estar en el mayor número de espacios posibles. Hay que crearse, inventarse y satisfacer la necesidad de existir, de lograr dejar huella de nuestra presencia en el mundo, aunque sea de forma virtual, pero ya no tan efímera.
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Los blog´s son un autentico culto al narcisismo. Nos deja ser sin tapujos, nos da la posibilidad de inventarnos distintas y diversas máscaras. Nos permite ser y no ser al mismo tiempo. Uno se vuelve autor-protagonista-antagonista de lo que se está escribiendo. Es la posibilidad de la re-invención.
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Bloguear o no bloguear, ese es el dilema.
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Hasta los escritores han visto en este fenómeno del blog la posibilidad de hacerse de nuevos lectores: Heriberto Yépez, Cristina Rivera Garza, Tryno Maldonado, René Áviles Fabila, Jorge Volpi, por nombrar algunos. Todos ellos han existido y lo seguirán haciendo en sus libros, pero lograron re-inventarse en sus blog´s. Son otros y son los mismos en sus blog´s como en sus libros.
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Soy adicto al blog ¿y qué? ¿Acaso usted no padece ninguna adicción?

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